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Reportaje:

'Oro negro' en la joyería de Córdoba

Tres arrestados por defraudar 33 millones de euros en el IVA de importación

Manuel Planelles

Los joyeros cordobeses todavía no se habían recuperado del sobresalto que supuso la operación Fénix contra el fraude en la importación del oro cuando, a mediados de la semana pasada, se desarticuló otra trama similar en la ciudad. La reciente operación Troya ha destapado un fraude de 33 millones de euros y tres personas fueron detenidas por el Cuerpo Nacional de Policía el miércoles pasado.

Se trata de dos empresarios y un empleado de un taller cordobés a los que las investigaciones sitúan en el centro de una red dedicada a escamotear el pago del IVA en la importación del metal precioso.

La forma de operar es similar a la que se descubrió en la operación Fénix, que se cerró en julio de 2007 con más de medio centenar de arrestados por haber defraudado presuntamente 154 millones de euros. Los cabecillas del entramado desarticulado ahora también compraban grandes cantidades de oro de calidad en Suiza. Luego, según fuentes de la policía judicial, lo introducían en España y lo declaraban como inversión. La Unión Europea aprobó en 1998 una directiva por la que el metal precioso que se adquiriera como inversión estaba exento del pago del IVA. El siguiente paso de la red era simular la venta del oro a sociedades tapadera. Pero el verdadero destino del metal eran mayoristas o fabricantes de joyas. Si el oro se emplea en la elaboración de alhajas se debe efectuar el correspondiente pago del 16% de IVA, algo que la red desarticulada lograba evitar gracias a las empresas tapadera que creaba.

La operación sigue abierta y fuentes del caso no descartan que se puedan producir nuevas detenciones. Se trataría de los joyeros y mayoristas que habrían comprado ese oro negro al entramado.

Las irregularidades detectadas corresponderían al ejercicio de 2006. Durante la operación los agentes se han incautado de dos inmuebles en Córdoba, uno de ellos valorado en más de 1,5 millones, dos coches de lujo, 430 gramos de oro en láminas, 11 kilos de virutas de plata y 230.900 euros en efectivo. Además, se han bloqueado siete cuentas con un saldo de 1,3 millones. Los tres detenidos, que están acusados de blanqueo de capitales, falsificación de documentos mercantiles y delitos contables, fueron puestos en libertad con cargos y sin fianza a finales de la semana pasada tras ser interrogados por un juez.

Efectos en el sector

Las repercusiones de esta nueva operación van más allá del número de detenidos o del valor de lo defraudado. El sector de la joyería es uno de los motores de la economía de Córdoba, donde hay registradas 1.100 empresas en las que trabajan entre 10.000 y 12.000 personas. Alrededor del 40% del PIB de la ciudad proviene de esta actividad.

El presidente de la Asociación de Fabricantes de Joyería San Eloy, Miguel Ángel Muñoz, reconoció ayer que "el fabricante cordobés es el mayor perjudicado" y por eso es el primero que no quiere "este tipo de situaciones".

Muñoz aseguró que están manteniendo contactos con la Agencia Tributaria para tratar de terminar con los fraudes en el sector.

El presidente de la Asociación Provincial de Joyeros, Manuel Berral, también admitió que este tipo de operaciones hacen daño a la joyería, que atraviesa momentos difíciles por el elevado precio del oro en los mercados.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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