El secreto de las prostitutas de Kenia
España aprueba un fármaco antisida basado en la inmunidad de africanas
El nuevo hito de la lucha contra la infección por el VIH (el virus que causa el sida) viene de África. Los científicos descubrieron en 1994 que un grupo de prostitutas de Nairobi, que tenían varias relaciones sexuales de riesgo al día, no se infectaban. Pero no sabían por qué. La solución al enigma ha llegado ahora a España en forma de pastilla: una nueva familia de fármacos que servirá para tratar a las personas en las que han fracasado los antivirales existentes.
La causa del comportamiento del virus está en que esas mujeres tienen una mutación genética que hace que les falte una proteína, la CCR5. Esta molécula es clave para que el VIH se una a os linfocitos y los ataque. Si las prostitutas africanas que no tenían la CCR5 se libraban del virus, ¿cómo imitar ese comportamiento en otras personas? La solución es bloquear estas proteínas.
El resultado es un fármaco, el maraviroc de Pfizer; el primero de los bloqueantes de la CCR5. "Se trata de una revolución comparable a la terapia combinada de 1995", dijo ayer Santiago Moreno, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Por primera vez un fármaco actúa antes de que el VIH entre en los linfocitos que parasita. De esta manera, se espera que apenas haya efectos secundarios. De momento, sólo las personas que tienen un virus resistente a las otras familias de medicamentos serán tratadas, y, dentro de ellas, las que tengan un virus que use el CCR5. En total, unas 1.500 personas en España para empezar, calcula el laboratorio, que cobrará 9.700 euros al año por el tratamiento.
Un precio -el más barato de Europa- que deja fuera a la mayoría de la población mundial, incluidas las mujeres africanas que dieron la pista. Ellas, tendrán que usar, de momento, fármacos más antiguos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.