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Columna
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Pleno empleo

Manuel Chaves ha prometido el pleno empleo en Andalucía. Y además le ha puesto fecha. Será en este nuevo mandato, el que aspira a revalidar tras las elecciones de marzo, o "dos o tres años más allá". O sea, habrá trabajo para todos en Andalucía en el horizonte de seis o siete años, incluido el suyo -el empleo, no el año-, ya que no parece que esté en su mente jubilarse antes de que Andalucía alcance ese estadio de felicidad, el de todo andaluz disfrutando de su derecho constitucional a tener un trabajo con el que ganarse la vida. A esa conclusión ha llegado el presidente andaluz con las estadísticas en la mano y esperemos que no con las cuentas de la lechera en la cabeza. Estos son los números esgrimidos por Chaves para anunciar la buena nueva: en 1990 el paro en Andalucía era del 25,7%, hace cuatro años estaba en el 17% y ahora en el 12,7%, lo que significa que durante este periodo de tiempo se han recortado 13 puntos porcentuales. Explica el presidente andaluz, citando a los economistas, que con una tasa de paro en torno al 5% se considera la situación como de pleno empleo, por tanto sólo faltan siete puntos para conseguirlo. Por ello, afirma que el anuncio "es razonable, lógico y nada voluntarista". En definitiva, que con otra legislatura más el PSOE no sólo va a consumar la segunda modernización de Andalucía, sino que la tercera nos va a pillar a todos trabajando, que no es poca modernización.

Sin embargo no sería justo negarle cierta dosis de autocrítica al presidente andaluz antes de esta promesa del pleno empleo. En el programa de Jesús Quintero reconoció no haber conseguido reducir el paro en los índices que se había propuesto y admitió que la tasa actual seguía siendo alta. Es comprensible su reconocimiento, sobre todo si analizamos esos mismos números desde una perspectiva diferente. Si en el año 1990 el paro estaba en el 25% y no se alcanzará el pleno empleo -o sea, llegar al 5%- hasta el año 2014 o 2015, se habrán necesitado casi 25 años para reducir el paro en 20 puntos, lo que equivaldría a haberlo rebajado en un 0,8% cada año. Se imaginan que Chaves en el año 1990 hubiera prometido: "Voy a arreglar el problema del paro en Andalucía en sólo un cuarto de siglo".

Chaves, con su anuncio, ha retrasado la previsión de su optimista consejero de Empleo, Antonio Fernández, que llegó a situar esta importante efeméride -la de todo andaluz con su nómina a fin de mes ingresada en la cuenta corriente- en el horizonte de los años 2011 y 2012. Pero claro, Fernández tiene una visión muy particular de las estadísticas, y también del trabajo. El consejero consideró recientemente que un obrero que falleció al caerse desde una altura de 52 metros en las obras de construcción de una presa en Almodóvar del Río, no debía contabilizarse como un nuevo muerto en accidente laboral. El argumento, a juicio del consejero, era impepinable. El siniestro ocurrió un sábado, que es un día inhábil en el sector de la construcción, por lo que para las estadísticas oficiales no hubo muerte alguna. Cualquiera sabe la formula que tiene Fernández para contar los parados. O los años. A los que a veces tenemos que trabajar los sábados nos dan más confianza las estadísticas de Chaves, que además fue ministro de Trabajo.

Los socialistas han decidido hacer del pleno empleo el eje de la próxima contienda electoral. Pero si esta promesa les parece poco ambiciosa, hay van otras: aprobar una ley que garantizará el derecho de todos los ciudadanos a una vivienda digna; reducir los índices del fracaso escolar y facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar con la creación de 15.000 guarderías y el desarrollo de la ley de dependencia. Estos son promesas y no las que tuvo que escuchar uno en anteriores elecciones o en el referéndum del Estatuto.

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