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Columna
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Retrato de una ciudad

Los espacios urbanos son los escenarios donde se desarrolla habitualmente la vida cotidiana. Han sido siempre lugares demandados por la fotografía en sus ansias de explorar y descubrir los rincones más escondidos de nuestro entorno. Con mayor o menor acierto es una práctica llevada a cabo por numerosos autores. Unos han tratado de resaltar los aspectos más simbólicos, los más representativos de una ciudad, aquellos que se convierten en señas de identidad perdurables. Otros han sido más generosos o dispersos. Así han propuesto matices y contrastes más variados de la geografía urbana.

Dentro de estos últimos podemos encuadrar a Paco Ocaña (Jaén, 1949) y su colección de imágenes sobre Pamplona que presenta en el Photomuseum de Zarautz. Para ello, lo mismo recurre al color que al blanco y negro. Su método le lleva a rodear un edificio del que toma vistas variadas. Dota a sus imágenes de una geometría donde manda la verticalidad y el paralelismo.

Requisitos siempre bien recibidos en los gabinetes de arquitectos, aunque quizás un tanto atascados en un clasicismo rancio que puede bloquear nuevas propuestas expresivas.

Las series expuestas, recogidas en un sencillo catálogo donde se detalla la trayectoria fotográfica de su autor instalado en Navarra desde su infancia, se detienen de manera especial en la metamorfosis que sufre la ciudad elegida y los signos de innovación que ofrecen algunos de sus edificios.

De esta manera, tras la Ciudadela, referencia identitaria de la urbe, tomadas desde distintos puntos de vista crecen torres de hormigón y cristal por parejas para contrastar con las piedras de la muralla carcomidas por el tiempo. En una línea muy similar de contrastes puede verse lo que titula ³La No Pamplona². En este apartado viejas casitas rodeadas de huertos ceden protagonismo a las diez alturas de balcones corridos para vecinos globalizados.

Las torres de la Catedral ocupan otro capítulo. Se ve desde distintos lados. Precedidas por el rio Arga, tras los matojos de un descampado, desde la calle Navarrería o desde un ático del Casco Antiguo. Una chimenea aislada sirve como referencia de arqueología industrial. Unas imágenes para devolvernos un pasado impreciso. El color aparece como recurso para tratar lo que esta por llegar y que emerge sobre espacios dedicados hasta ayer a la agricultura. Es la futura metrópoli foral del siglo XXI donde a falta acero, ladrillo y cristal todavía prevalece la ilusión de una bonita maqueta.

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Pamplona, un retrato. Paco Ocaña. Photomuseum. San Ignacio, Nº 11. Zarautz (Gipuzkoa). Hasta el 13 de enero 2008. Visitas: martes a domingo de 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 20.00. Lunes cerrado.

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