La Junta paraliza el teleférico proyectado en Sierra Nevada

La riqueza ecológica de Sierra Nevada ha evitado la construcción del mayor teleférico del mundo en Granada. La declaración de impacto ambiental del proyecto ha frenado en seco la polémica suscitada, al resaltar su "incidencia negativa directa en los frágiles y singulares ecosistemas del macizo montañoso".

La resolución vinculante de la Consejería de Medio Ambiente implica el rechazo de la Consejería de Obras Públicas al proyecto. El funicular preveía unir Granada con la estación de esquí a lo largo de 19 kilómetros gracias a 22 columnas que atraviesan el Parque Natural y bordean el Parque Nacional de Sierra Nevada.

Un equipo de ocho técnicos ha configurado durante nueve meses un exhaustivo estudio con sólidos argumentos para el controvertido rechazo: "La actuación supone una amenaza cierta para el mantenimiento de la biodiversidad y para la conservación de las especies y sus hábitats, que en ningún caso puede ser asumido".

El área afectada por la infraestructura, de 64 hectáreas, incluye 107 especies amenazadas de aves (incluida el alimoche, en peligro de extinción). Además, el teleférico resulta incompatible con el plan de acción para la reintroducción del quebrantahuesos. El daño a la flora también ha sido decisivo, ya que el área afectada incluye seis especies amenazadas, entre ellas el Narciso nevadensis, considerada "de interés comunitario prioritario".

"Gran impacto"

Los técnicos aducen que la construcción del funicular sería incompatible con el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y el Plan Rector de Uso y Gestión del parque. El informe es tajante respecto a la incidencia sobre el Parque Nacional: Los promotores de la idea alegaban que el teleférico no lo atraviesa, sino que lo bordea, pero los técnicos contestan que "no existen fronteras ecosistémicas o paisajísticas". "La cuenca visual del trazado es de 33.000 hectáreas y con gran impacto sobre paisajes tan frágiles como los picos Mulhacén, Veleta, Trevenque (...) Se podría contemplar desde casi 37,5 kilómetros de distancia". La estampa de la sierra granadina quedaría alterada para siempre, ya que desde la Alhambra serían visibles diez pilonas y seis kilómetros del recorrido.

La evaluación de impacto ambiental aclara la imposibilidad de paliar el impacto con medidas compensatorias. Obras Públicas ya informó de que el proyecto no supone una alternativa para mejorar el transporte y no considera que existan "razones de interés público" para autorizarlo. El director del parque, Javier Sánchez, recordó ayer que el beneficio de la reducción del tráfico en carretera sería sólo del 6%.

La decena de empresas promotoras podrán recurrir la resolución que emitirá Obras Públicas. El promotor de la idea, Juan Antonio López, prefirió ayer mantener la cautela: "Nos pronunciaremos cuando nos notifiquen la declaración", dijo. Por su parte, Rafael Navarro, de la plataforma contraria al teleférico, mostró su alegría: "Los políticos se han atrevido a pesar de las encuestas favorables al proyecto y las elecciones".