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Crónica:14ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un 'derby' de tralla

El Barça manda al inicio y al final, pero el Espanyol alcanza el empate con una reacción muy brava

Ramon Besa

Aunque el derby demandaba más que nunca un ganador, el Espanyol y el Barça se neutralizaron en un ejercicio muy bravo como es norma en los enfrentamientos ciudadanos. Fue un quiero y no puedo por ambos bandos después de una noche de mucha tralla. El resultado confirmó que uno y otro equipo se encuentran a mitad de camino de sus propósitos. Al Espanyol le sobra vitalidad y personalidad y a cambio le falta madurez para resolver grandes acontecimientos como el de ayer en Montjuïc. Desde su afirmación, no pudo negar al Barcelona, que se reivindicó al principio y al final para desmentirse entre medias, falto de oficio y también de grandeza, de estabilidad a fin de cuentas.

La lectura de la alineación delató una cierta provisionalidad en el Barcelona y al mismo tiempo un serio interés por recuperar su inequívoco ideario futbolístico. Ante la pérdida continuada de fantásticos, ha apelado a sus jugadores de toda la vida, medios que se recogen como defensas y despliegan como delanteros, gente coral y solvente, liderada por un solista universal como Messi. La Pulga marca todavía la diferencia en un equipo de entretiempo, rebajado por las lesiones de Deco, Eto'o y Henry y desfigurado por la suplencia de Ronaldinho. El brasileño ha sido desbancado por Iniesta como delantero y por Gudy en el centro del campo, un buen retrato de la situación de Ronnie y del Barça.

ESPANYOL 1 - BARCELONA 1

Espanyol: Kameni; Zabaleta, Jarque, Torrejón, Clemente; Hurtado, Ángel; Valdo (Corominas, m. 63), Luis García (Jonathan Soriano, m. 78), Riera (Moha, m. 88); y Tamudo. No utilizados: Lafuente, Chica, Lacruz y Moha.

Barcelona: Valdés; Puyol (Zambrotta, m. 70), Milito, Márquez, Abidal; Xavi, Touré, Gudjohnsen (Ezquerro, m. 71); Messi, Bojan (Ronaldinho, m. 63) e Iniesta. No utilizados: Jorquera, Botía, Víctor Sánchez y Crosas.

Goles: 0-1. M. 5. Iniesta remata una asistencia de Messi. 1-1. M. 68. Corominas remata un centro de Riera.

Árbitro: Pérez Burrull. Mostró la tarjeta amarilla a Jarque, Puyol y Clemente.

Estadio Lluís Companys: 37.826 espectadores.

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Apremiado por los malos resultados en cancha ajena y alertado por la deficiente mecánica de juego, Rijkaard ha pasado a intervenir en cada partido. Anoche tomó dos decisiones capitales: situó a Puyol como lateral para tapar a Riera mientras Márquez se mezclaba con Milito para dar salida a la pelota y mantuvo a Bojan en punta Los movimientos del ariete, excelente en el desmarque y en las diagonales, airearon a los medios azulgrana y descolocaron a los centrales blanquiazules.

Jugó el Espanyol a contracorriente en el marcador y en el campo, bien combatido en la medular, exigido por Bojan y desbordado por el cambio de ritmo de Messi, imposible para Clemente. El gol que armó el argentino resultó delicioso: recibió en la banda derecha de Xavi, quebró a Clemente, profundizó hasta romper la cintura de Torrejón y asistió a Iniesta con el pase de la muerte. Únicamente Kameni evitó el segundo tanto en una nueva jugada celestial de la pulga antes de alcanzar el descanso. Tuvo suerte el Espanyol, encomendado al larguero en dos remates de Xavi y Bojan, extraviado en la cancha, expuesto muy a menudo a la derrota.

Reanimados en el vestuario, los blanquiazules arramblaron a los azulgrana nada más volver al campo. A falta de línea de pase, se impuso la determinación del plantel espanyolista, que ganó metros en terreno azulgrana con faltas muy seguidas y un bombeo continuado de la pelota. El carácter de Jarque se imponía ante el absentismo de Luis García, apretado por Touré, excelente en las coberturas. Al Barcelona le cuesta defender en su área. Los azulgrana perdieron el balón, recularon mal y concedieron unos cuantos remates que anunciaban un nuevo partido. La intensidad local contrastaba con el acomplejamiento visitante. Apretaba y mucho el Espanyol y resoplaba el Barça, impreciso en las transiciones y vulnerable en la defensa, condicionado por la tarjeta de Puyol.

Ante tanto tráfico en una sola dirección, Rijkaard buscó un punto de pausa con la retirada de Bojan y la entrada en escena de Ronaldinho. La respuesta de Valverde fue tan instantánea como amenazadora. Aunque Corominas no tiene el centro de Valdo, su llegada y remate acostumbran a sacar al Espanyol de problemas tan serios como el descenso. Corominas firmó ayer el empate después de una jugada que subrayó el reencuentro del Espanyol con su versión original: Clemente profundizó para Riera y el centro del volante lo remató Corominas a la red.

El Espanyol parecía cambiar para mejor y el Barcelona se remendaba sobre la marcha: Zambrotta salía por el amonestado Puyol y Ezquerro ocupaba el puesto de Gudjohnsen. Al final, sin embargo, le salió bien al Barça la rueda de sustituciones de la misma manera que al equipo de Valverde el partido se le hizo muy largo. Los azulgrana tuvieron el choque franco en tres remates de Ronaldinho y otros dos de Messi, la mayoría resueltos por Kameni, el mejor en el repliegue blanquiazul. Le faltó puntería al Barça para ajustar cuentas y a cambio ganó confianza con una actuación de mérito. Parece mejor encaminado el Barcelona y refuerza su autoestima el Espanyol, que ya suma diez partidos sin perder aunque anoche no pudiera revolcar a su rival en un derby de esforzados, mucha hombría y amor propio.

Ronaldinho, con Clemente, en un momento del partido.
Ronaldinho, con Clemente, en un momento del partido.AFP

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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