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Reportaje:Fase de clasificación para la Eurocopa

"Parece uno de los nuestros"

Xavi, Iniesta y Cesc ven en Silva el socio perfecto para su juego de combinación

Juan Morenilla

"David tenía 14 años cuando se fue de casa. Jugaba en el equipo infantil del Arguineguín y recibió ofertas del Tenerife y el Las Palmas, pero quiso irse a los cadetes del Valencia. Se me cayó el mundo encima. Me faltó poco para cogerle y que nos volviéramos". Fernando Silva recuerda cómo hace siete años su hijo mayor hizo las maletas para triunfar en el fútbol. Rechazado por el Madrid por su físico liviano, encontró hueco en la escuela valenciana. "Nunca se ha arrepentido", añade. El chico que dejó atrás a parte de su familia y sus amigos vuelve ahora a Las Palmas convertido en titular de la selección española.

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En Maspalomas, a diez kilómetros siguiendo la línea del mar de su Arguineguín natal, David Silva es el héroe local. "Ha sido increíble el recibimiento, ver a tanta gente... No me esperaba tanto. Nunca imaginé que volvería con la selección a jugar aquí. Ahora recuerdo cuando jugaba en el campo de tierra del pueblo, que ya es de césped artificial. Me pasaba las tardes enteras allí", dice. "Le comprábamos un balón y pasaba de todo lo demás", explica su padre, que llegó a jugar con Valerón en el propio Arguineguín.

Después de explotar en el Valencia, Silva, de 21 años, ha caído redondo en la selección. Desde su debut, hace un año en un amistoso en Cádiz contra Rumanía, ha jugado diez partidos. Y los diez como titular. Más que su vena goleadora (dos tantos en 25 remates y una asistencia), Luis Aragonés le ha colgado el cartel de fijo por su entendimiento con los muchachos de La Masía.

Xavi, Cesc e Iniesta le ven como uno de los suyos por su manera de tratar la pelota y moverse por más que sólo hayan coincidido en unos pocos encuentros. "Parece de nuestra escuela. Posee muchas de nuestras características. Desequilibra y le gusta tener siempre el balón. Parece uno de los nuestros. Y viene de una escuela técnica que ha dado grandes jugadores. Es muy fácil jugar con él porque entendemos el fútbol de la misma manera", afirma Iniesta.

"Desde el primer partido he estado cómodo a su lado", apunta Silva; "su forma de jugar es parecida a la mía. Por cómo mueven el juego Xavi e Iniesta, me he asentado mejor. Tienen mucha calidad. Nos hemos reunido jugadores parecidos y el equipo ha arrancado cuando ha apostado por los de la misma filosofía".

Frente a Suecia, Silva combinó sobre todo con Xavi (23 pases entre ellos) y Cesc (otros 23), sus mejores socios, y menos con Iniesta (siete), que jugaba en la banda opuesta. La conexión entre Silva y Xavi fue la más prolífica: el balón pasó por sus botas en 106 jugadas. Como en el gol de Iniesta tras 15 pases.

Fuera de combate Vicente, Silva ha cubierto el hueco y ha completado el mecano. En contra del valenciano, y de Joaquín, Silva es menos extremo y participa más en el juego. Y mantiene en España la conexión con Villa. "Con vernos, ya nos entendemos.Sabemos por dónde va a ir la jugada", dice el delantero. "Yo me adapto a todo, aunque siempre con el balón. Al equipo le gusta jugar así y ahora disfrutamos", añade Silva.

El medio habla entre susurros, casi para sí mismo. Mientras sus compañeros llevan la música a tope y ven películas en el dvd portátil en el avión, él lee absorto La catedral del mar. Claro que en el campo es quien lleva la voz cantante. Hasta ahora lo ha jugado casi todo en el Valencia y con España.

David Silva, el sábado pasado contra Suecia.
David Silva, el sábado pasado contra Suecia.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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