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Entrevista:

"Nunca logré hacer la ruleta"

Ronaldo y Zidane se reúnen en Málaga para el partido benéfico que organizan

Eleonora Giovio

Son las tres de la tarde y dos hombres aparecen en un pasillo oscuro de un hotel. No se adivina quiénes son hasta que están cerca. Uno lleva una chupa de cuero. Otro viste un traje negro. Hasta hace pocos meses, ambos lucían calva. Ahora, Ronaldo lleva pelo, mucho y rizado. Guarda sus gafas de sol, se quita la cazadora y cede el paso a Zidane. Cuestión de veteranía...

Han viajado a Málaga para el partido de anoche contra la pobreza, amigos de Ronaldo contra amigos de Zidane, el quinto que han organizado desde que son embajadores de buena voluntad de Naciones Unidas. Una pareja con sus tres hijos irrumpe en la habitación. El más pequeño lleva una camiseta del Madrid y se llama Zidane en honor al ex jugador francés. Ha sido bautizado hace pocos meses y los padres quieren que se saque una foto con él. "Eres tan pequeño que ni te puedes dar cuenta de lo que te ha caído encima...", bromea Zizou. "¿Ése de allí al fondo con pelo es Ronaldo?", pregunta el mayor de los niños. El brasileño le guiña el ojo.

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Ronaldo y Zidane se entienden con una mirada. Parecen amigos de toda la vida. Pero no se ven a menudo. "Cuando nos vemos, procuramos no hablar demasiado de fútbol", dice Zidane. Hasta hace dos años compartían vestuario en el Madrid. Ahora uno está jubilado y dedica su tiempo libre a la familia y a viajar y el otro intenta recuperarse de una lesión muscular que arrastra desde agosto. Pese a que se han alejado de Valdebebas, les gusta recordar su pasado madridista. "Lo que pasa es que en el Madrid de Schuster no podríamos jugar. La media de edad ha bajado demasiado", bromea Zidane. "Siempre me ha dado rabia jugar con Ronaldo porque no podía hacer todo lo que hacía él", confiesa. ¿Cómo qué? "Marcar goles, por ejemplo... Pero, bueno, para eso le pagaban".

Hay algo que a Ronaldo le da más rabia todavía. "Me encantaba su ruleta [la especialidad de Zidane: eliminar a un contrario girando el cuerpo y pisando el balón con ambos pies]. Intenté hacerla miles de veces, pero nada. Nunca me ha salido". Zidane lo interrumpe: "¿Qué dices? Di la verdad. En realidad, lo que más te gustaba de mí eran los goles de cabeza. Tenía estilo".

Ya no están juntos en un vestuario. Pero sí comparten otra gran pasión lejos del césped. La lucha de la ONU contra la pobreza. "Ronaldo es embajador de buena voluntad del PNUD

[Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo] desde 2000. Aceptó el cargo nada más volver de un viaje a Kosovo organizado por la ONU para entregar material escolar a unos niños. Nos llamó y nos dijo: 'Quiero comprometerme más con esto", recuerda Cecile Molinier, directora del PNUD de Ginebra. Hasta ese momento colaboraba en campañas contra el sida. De los tres candidatos, Michael Jordan, Madonna y Ronaldo, Naciones Unidas se decidió por él. "Es que le conocen desde Perú hasta Alaska". Cuando en 2001 le llamaron pidiéndole que eligiera a otro futbolista para trabaja mano a mano, contestó en un segundo: "Dije Zidane. No tenía dudas".

"Los dos hemos tenido una infancia difícil y sin demasiadas oportunidades. Yo de cosas materiales no tenía nada, pero sí el cariño de mis padres. Eso me ha llenado más que cualquier otra cosa", cuenta Zidane. "A mí lo que me ha salvado fueron las ganas de salir adelante", sostiene Ronaldo.

Pronto se dieron cuenta de que con el fútbol se ganarían la vida. Aseguran que ninguno de los dos, cuando empezó a dar patadas a un balón, lo hizo pensando en el dinero. Es más, se ponen nerviosos cuando escuchan esa palabra. "Mucha gente cree que los futbolistas ganan demasiado. Pero antes que futbolistas somos personas y lo importante es saber utilizar el dinero. Hay niños que no pueden jugar. Tampoco pueden comer y, cuando tienes hijos, te entran ganas de hacer algo", dice Zidane.

Gracias a los cincos partidos contra la pobreza que han organizado -el de ayer, 2-2, congregó a 28.000 espectadores- han recaudado unos dos millones de dólares (1,3 millones de euros), repartidos en 25 proyectos de desarrollo. Entre ellos, Haití. "Es el sitio donde he tocado con la mano la pobreza. Me impactó", cuenta Ronaldo; "yo, que vengo de una familia pobre, sé lo importante que es dar más oportunidades a los más necesitados". "A mí me impactó Bangladesh. Más que la pobreza, cómo lo llevaba la gente. Estaban felices", comenta Zidane, quien anoche volvió a ponerse a las órdenes de un técnico. Javier Aguirre se encargó de sus amigos y Hristo Stoichkov de los del brasileño.

El francés y el brasileño reúnen a sus amigos en un partido benéfico en MálagaVídeo: BEATRIZ SÁNCHEZ / ARANTZA COULLAUT

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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