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El dinero rompe la paz entre Marbella y la Junta

La creación de un comisionado del Gobierno andaluz para la Costa del Sol enfrenta a las Administraciones

Juana Viúdez

La frágil luna de miel entre el Ayuntamiento de Marbella y la Junta de Andalucía se ha roto. Las últimas negativas a peticiones económicas para el Ayuntamiento de Marbella han arreciado el tono del equipo de Ángeles Muñoz (PP) contra las Administraciones autonómica y central, gobernadas por el PSOE. A comienzos de semana, el coordinador municipal de Hacienda, Carlos Rubio, acusaba al Gobierno andaluz de anunciar los mismos proyectos durante 15 años y no cumplirlos.

La alcaldesa tomaba el testigo recriminando al recién nombrado comisionado de la Junta para la Costa del Sol, Diego Martín Reyes, que viera "excesiva" la petición de 600 millones de euros para Marbella. "Quien no quiera ayudar a la ciudad debería apartarse", le dijo Muñoz al ex presidente de la comisión gestora que gobernó Marbella tras la Operación Malaya. "Es un error gravísimo para alguien que dice que viene a ayudar a la ciudad. La enmienda especial es de justicia absoluta para que Marbella recupere la credibilidad y el nivel de servicios. Necesitamos esta inyección económica para compensar el expolio y la falta de inversiones", mantiene Muñoz. "Hay que tranquilizarse. Yo no voy a competir por la alcaldía de Marbella", asegura Martín Reyes cuando se le pregunta por los ataques de Muñoz.

Cargas urbanísticas

El siguiente de la lista ha sido el presidente andaluz, Manuel Chaves, al que ha exigido que ponga por escrito que no hará pagar a los compradores de buena fe las cargas urbanísticas de las 18.000 viviendas ilegales que prevé regularizar el nuevo Plan Urbanístico. Chaves había pedido previamente que el rigor al aplicar la legalidad urbanística no afecte a los compradores de buena fe, fórmula repetida hasta la saciedad por Muñoz. La alcaldesa mostró sus sospechas de que el anuncio pueda deberse a la proximidad de las elecciones autonómicas y pidió que lo pusiera por escrito para evitar un cambio de discurso tras los comicios.

La supuesta tregua se rompió el lunes. El delegado de Economía de la Junta en Málaga, Enrique Benítez, visitaba Marbella. Rubio le reclamó, a través de la prensa, que concretara partidas presupuestarias y sacó a relucir los colegios con aulas prefabricadas y la precaria situación de algunos centros de salud. En el fondo se advertía el enfado por la negativa de la Junta a introducir una partida de 300 millones para Marbella en los Presupuestos de 2008.

Las recriminaciones de Rubio recibieron contestación al día siguiente y por un cauce similar. La Delegación del Gobierno andaluz difundió un comunicado que dejaba atrás la entrañable amistad escenificada por el representante malagueño de la Junta, José Luis Marcos, y Ángeles Muñoz hace apenas unos meses. De los halagos, a los trapos sucios. El texto pedía al "señor Rubio" que "no confunda a la población" y detallaba los obstáculos que la Junta está encontrado para realizar las inversiones reclamadas. Por ejemplo, que llevan cuatro meses esperando una licencia de obras para reformar la planta baja del Hospital Costa del Sol, por valor de un millón de euros.

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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