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Caos en las infraestructuras

El consistorio de Barcelona pide la dimisión de la ministra

Los votos de la oposición de CiU, PP y ERC se imponen a los del equipo de gobierno, que votó en contra

Blanca Cia

Debate intenso y tenso sobre el fiasco de las obras del AVE en el Ayuntamiento de Barcelona. El pleno del consistorio barcelonés pidió ayer la dimisión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, con los votos de los partidos de la oposición: CiU, PP y ERC. El bipartito que gobierna en minoría de socialistas e ICV votó en contra.

Mientras los ediles pedían retardar las obras del AVE, el Adif las paralizaba
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Imma Mayol, la líder ecosocialista, aclaró que estaba a favor de la dimisión de Álvarez, pero no de revisar el trazado del AVE por el centro de la ciudad. Ésa era la segunda parte de la propuesta que presentó CiU, antes de conocer oficialmente la decisión del Adif de posponer la adjudicación de las obras del túnel urbano, algo que, en principio, tenía que haber sucedido ayer.

Los socialistas fueron los más tibios en las críticas al fiasco de las obras. "Lo importante es que se hagan bien y recuperar la confianza del ciudadano", afirmaba el teniente de alcalde de Urbanismo, Ramón García Bragado. Desde la oposición se les criticó una y otra vez por falta de decisión y liderazgo en la exigencia de explicaciones a Fomento: "No pueden mantenerse en silencio", les reprochó Xavier Trias (CiU). Jordi Portabella, ex socio en el mandato anterior, fue más directo: "Defienden intereses partidistas, no los de la ciudadanía". Y en parecida línea abundó Alberto Fernández Díaz (PP): "El Ayuntamiento tiene que levantar la voz porque su silencio representa complicidad. No vuelvan a hacer como hicieron con el desastre del Carmel".

De hecho, a lo largo de esta semana el alcalde, Jordi Hereu, no es que se haya prodigado en manifestaciones sobre los problemas del AVE. Más bien al contrario. Y si ayer se abordó la cuestión fue por las propuestas que presentó la oposición.

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Ayer, precisamente cuando el equipo de gobierno pretendía dar un paso adelante en el sentido que le pedía la oposición, se produjo una situación chocante que dejó con el paso cambiado a Hereu. Algo que hasta se le notó en la cara.

La situación fue la siguiente. El Partido Popular había presentado una proposición que instaba al presidente del Gobierno a "paralizar" la llegada del AVE a Barcelona y subordinarla a arreglar todo el problema de Cercanías y garantizar ese servicio porque es el que utilizan miles de ciudadanos. Es decir, olvidarse de la fecha del 21 de diciembre "que, como siempre, obedece a intereses electorales de Zapatero", se esgrimía desde la oposición. Hereu y Mayol estaban de acuerdo con la propuesta, pero rechazaban la palabra paralizar, que se sustituyó por la de retardar. Todos estuvieron de acuerdo cuando, en medio del debate -en el que se aceptó por todos la desconfianza en los técnicos de Fomento- , se conoció que el Adif había tomado la decisión de paralizar las obras a raíz del último socavón. Es decir, que la propuesta del consistorio quedaba en papel mojado. El chasco de la noticia se notó en el salón de plenos con un silencio que se cortaba.

El aplazamiento del túnel del Eixample

Sin noticias del aplazamiento del túnel del Eixample. Varios responsables del consistorio de Barcelona reconocieron ayer que se habían enterado por la prensa de que el Adif había decidido aplazar la adjudicación del túnel del AVE de 5,6 kilómetros de largo entre la estaciones de Sants y la futura Sagrera. "No sabemos los motivos, pero pensamos que es porque quieren estudiar mejor las propuestas", decía en los pasillos el teniente de alcalde de Urbanismo, Ramón García Bragado. ¿A estas alturas es un respiro? A esa pregunta, el edil contestó que no, que la cuestión es tomar las máximas garantías para la construcción del túnel. Sin embargo, otras fuentes municipales reconocían que el aplazamiento de la adjudicación del túnel ha supuesto un respiro a la presión que ya existe por los continuos incidentes que ayer desembocaron finalmente en la paralización de las obras.

"Yo no tengo otro motivo para pensar que el retraso de la adjudicación no sea para elegir el mejor proyecto que han presentado las constructoras", añadía García Bragado al ser preguntado sobre el porqué del aplazamiento que podría ser de un mes.

Al abordar la misma cuestión en el debate en el salón de plenos, el alcalde, Jordi Hereu, no quiso imaginar que el fondo del asunto sea que ahora haya dudas sobre el trazado aprobado: "si hoy el Adif ha decidido que tiene que mirarse mejor los proyectos y las ofertas de las constructoras me parece correcto, pero no estoy dispuesto a replantear el proyecto".

Lo cierto es que esa decisión del Adif se ha producido en unos momentos especialmente delicados, con miles de personas afectadas por los cortes en Cercanías y Ferrocarrils, y con la incertidumbre que supone el pronunciamiento judicial sobre la suspensión del túnel planteado por la Sagrada Familia.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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