Don Juan pasea por el siglo XXI
El personaje protagoniza dos libros y mide su poder con Fígaro y Carmen
Don Juan, Carmen y Fígaro son personajes que han llevado el nombre de Sevilla por el mundo. Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset, Ramiro de Maeztu o Gregorio Marañón han metido el escalpelo en el cuerpo maltrecho de Don Juan. Un mosaico de motivaciones y pulsiones secretas se han buscado tras su sombra. Se le ha llamado egoísta, loco, narciso, transgresor, rebelde, eunuco... Y ahí sigue tan campante recibiendo golpes y denuestos en un siglo XXI que no le parece demasiado propicio. Pero Don Juan no es el único personaje mítico de Sevilla que pasea por las calles del mundo. Fígaro y Carmen se sienten más libres hoy, en un tiempo que pondera la astucia del burgués que se abre camino y la libertad indomeñable de una mujer que elige acostarse con quien le da la gana.
"Fígaro es el burgués emergente", según González Troyano
Precisamente, dos nuevos libros sobre estos personajes acaban de salir a la calle. Burlas y veras de Don Juan, de Jacobo Cortines, y Don Juan, Fígaro, Carmen, de Alberto González Troyano, diseccionan los aspectos más palpitantes de estos personajes inmortales. Los dos libros, que han sido editados por la Fundación José Manuel Lara, fueron presentados ayer por sus autores.
Cortines ha reunido en su libro distintos trabajos sobre Don Juan. "Mi libro es una recopilación de trabajos que había escrito desde hacía tiempo. Lo que he hecho ha sido articularlos en un prólogo donde intento dar sentido a la recopilación", afirmó Cortines, que obtuvo el Premio de la Crítica de 2004 en el apartado de poesía en castellano por su libro Consolaciones (Fundación José Manuel Lara). Cortines ha publicado asimismo otros poemarios, como Pasión y Paisaje (1983) y Carta de Junio y otros poemas (1994). Cortines es autor también, entre otras obras, de traducciones de Petrarca y de Este sol de la infancia (2002), un libro de memorias de sus años infantiles.
Cortines coloca en su última obra a "Don Quijote frente a Don Juan"; se interna en las encarnaciones musicales del mito, con especial atención en la relación entre Mozart y Da Ponte; e, incluso, teje los vínculos entre la tauromaquia y el donjuanismo. "Se ha dicho que Don Juan yace en el diván del psicoanalista. Si está relegado ahí, es de esperar que evolucione hacia otras zonas", comentó Cortines, que no pudo evitar sacar a colación una célebre cita de Ortega y Gasset: "Y es que, con pocas excepciones, los hombres pueden dividirse en tres clases: los que creen ser Don Juanes, los que creen haberlo sido y los que creen haberlo podido ser, pero no quisieron".
Ortega opina que es el tercer grupo el que tiende a "atacar a Don Juan y tal vez a decretar su cesantía". ¿Y cuál es en el siglo XXI el papel de ese Don Juan que hacía trizas la honra femenina, una de las normas fundamentales de la España del Siglo de Oro? ¿Qué norma puede transgredir hoy? "Don Juan sería hoy un antidemócrata y lo más políticamente incorrecto posible", dijo Cortines.
González Troyano cree que "Don Juan ya no puede ser un mero burlador". "Don Juan tiene que emplear unas tácticas más refinadas. Estas mujeres ya no quieren ser seducidas, sino que quieren también ser seductoras. Esto supone literariamente la muerte del personaje", señaló González Troyano, que es un gran conocedor del siglo XVIII español. La imagen romántica de Andalucía y el origen del casticismo han sido asuntos que ha estudiado a fondo. Su trabajo docente en la Universidad de Sevilla ha ido acompañado de libros como El Cádiz romántico (Andalucía Abierta, marca editorial de la Fundación José Manuel Lara).
González Troyano defendió el carácter ensayístico de su libro. "El gran desconocido de los mitos sevillanos es Fígaro. El aristócrata que no es capaz de seducir necesita a alguien, más astuto, que le ayude: ése es Fígaro, el burgués emergente (...) Fígaro trata de convencer a las mujeres que van a ser seducidas por Don Juan de que tienen que tomar una actitud activa. Y con ello preludia a Carmen", afirmó González Troyano. "Sin Fígaro, el aristócrata no puede hacer nada. Fígaro toma conciencia de su capacidad, de su papel y de la debilidad del aristócrata. Esa aristocracia ya no puede solventar sus problemas amorosos y tiene que recurrir a Fígaro, que sabe que su forma de ser, astuta y emprendedora, es lo que el mundo social sevillano necesita", agregó González Troyano.
Fígaro preludia a Carmen, que se convierte en una precursora de muchas mujeres de hoy. "Carmen es una mujer que vive intensamente un amor con un hombre, y cuando este amor está agotado dice adiós al hombre. Carmen no reconoce un propietario. Antes de mantenerse con un hombre al que no quiere prefiere la muerte. Está con un hombre mientras le quiere", concluyó González Troyano.
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