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SIGNOS

El costumbrismo del pintor Francisco Cerezo brilla en la localidad jiennense de Villargordo

Ginés Donaire

Coincidiendo con el primer aniversario de su muerte, la localidad jiennense de Villargordo ha rendido tributo a uno de sus hijos más ilustres, el pintor Francisco Cerezo Moreno (1919-2006), uno de los artistas plásticos jiennenses más importantes del siglo XX. El aniversario, celebrado el pasado miércoles, se ha aprovechado para la reapertura del Museo Francisco Cerezo, que llevaba varios meses cerrado tras su inauguración en 1998, la incorporación de nuevos fondos pictóricos, procedentes de amigos del artista, y el traslado hasta este lugar de las cenizas del pintor.

Cerezo fue un autor de temática principalmente costumbrista, destacando por los paisajes y las escenas cotidianas del medio rural, aunque también se le ha clasificado dentro del impresionismo clásico. "Su obra es un canto a Jaén y a sus costumbres, está llena de Jaén y su provincia, ha pintado todos los rincones. A través de sus paisajes se puede comprender mejor a la gente, sus costumbres, la forma de pensar, por eso se dice que su obra es humana", indica el historiador local y responsable de la Casa de la Cultura, Miguel Ángel Navarro. La obra de Cerezo es muy variada, retratos, bodegones, paisajes o sus figuras femeninas.

Cerezo fue un pintor autodidacta. En 1957 obtiene la Medalla de Plata, Premio Granada, en la exposición nacional organizada en Arjona por el Grupo Los Nazaritas. Al año siguiente ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungria de Sevilla y en este mismo obtuvo el Premio Nacional de Pintura del Ayuntamiento de Jaén con su cuadro El fumador.

En 1967 conoce el pueblo de Segura de la Sierra y queda impresionado por su luz clara y limpia, que marcó una nueva manera de hacer en su pintura. Allí pasó largas temporadas en su casa-estudio pintando escenas costumbristas, bodegones y apuntes.En sus apuntes de paisajes estudia esa luz mágica que baña Segura y que marca en Cerezo una nueva manera de hacer en su pintura. Durante toda su carrera artística Cerezo alternó la pintura con la restauración.

En 1990, el Ayuntamiento de Villatorres -al que pertenece la localidad de Villargordo- creó el Concurso de Pintura que lleva su nombre Cerezo Moreno y del que ya se han celebrado 13 ediciones. En 1998 se abrió el Museo Francisco Cerezo en la antigua Casa Consistorial, que alberga en sus cinco salas una importante colección de su obra pictórica y dibujos, un conjunto de obras de pintores de su entorno y una colección de piezas de cristal de La Granja, cerámica de Talavera y Triana, porcelana de París y cerámica Inglesa de reflejos.

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