Canto al entretenimiento

Los grandes partidos son cada vez más raros en la Liga de Campeones. La Roma y el Manchester hicieron el más extraordinario de la temporada pasada. Fue hace seis meses. Ganó el Manchester en Old Trafford y lo hizo de un modo sublime, sepultando a la Roma con siete goles (7-1). Gracias a estos espectáculos, el aparato publicitario de la UEFA alimenta ilusiones semanalmente. Aquel partido sirvió para anunciar que el Roma y el Manchester reeditarían su encuentro. Que el Roma volvería para vengarse. No fue así porque los jugadores no son actores. Los grandes partidos necesitan tensión, y ayer los contrincantes salieron a dar espectáculo. A rellenar la papeleta con acciones llamativas. La competición por los puntos nunca produce partidos extraordinarios. Sólo entretenimiento.

Durante media hora, el equipo de Totti tanteó a su verdugo. No era el mismo. Superpoblado por delanteros virtuosos, el Manchester tuvo desborde pero careció de consistencia. Ferguson todavía no encuentra un recambio para Scholes. Es el paradigma del fútbol moderno. Hay muchos jóvenes acrobáticos y pocos capaces de manejar un partido. Nani, Ronaldo, Rooney y Saha plagaron el campo de regates. Ninguno tuvo claridad.

Mientras el Manchester jugaba para los adictos al replay, la Roma se afirmó alrededor de su centro del campo. Totti, De Rossi y Aquilani -que cayó lesionado- jugaron con más criterio que todo el Manchester. Tuvieron más ocasiones. Remataron más. Pero perdieron (1-0).

Un desmarque vertiginoso de Rooney, y un pase de Nani, sentenciaron el duelo a favor del local. El gol fue lo único llamativo que hizo Rooney. Así es este jugador que sólo juega. Otros, además, actúan.

Por otra parte, el Lyon perdió en su campo ante el Rangers (0-3). La derrota deja sin puntos a los franceses, a pesar de que McGregor, el portero del Rangers, hizo siete paradas y vio cómo sus palos rechazaban tres disparos.