André Gorz, filósofo, periodista y teórico del ecologismo
Amigo de Sartre y Marcuse, fue un pensador influyente en el sindicalismo reformista francés de los años sesenta y setenta
El filósofo André Gorz y su esposa, Dorine, optaron por morir el pasado fin de semana. Sus cuerpos fueron descubiertos por amigos que acudieron a su casa en Vosnon, en el este de Francia.
Gorz había nacido en Austria, concretamente en Viena, en 1923, de un padre judío y una madre católica. Entonces se llamaba Gérard Horst. En 1939, al principio de la II Guerra Mundial, la familia le envió a Lausana, Suiza, para que escapase a la conscripción del Ejército alemán y cursase estudios de Ingeniería Química. En 1946, André Gorz ya estaba en París para encontrarse con Jean-Paul Sartre, de quien fue amigo y discípulo hasta que el maoísmo terminal del pensador francés provocó la ruptura entre ambos.
Gorz es autor de una serie de libros importantes sobre la evolución del mundo, textos que ponen especial hincapié en la dimensión ecológica de las transformaciones al tiempo que se interesan por los cambios que sufre el mundo del trabajo. Los títulos Metamorfosis del trabajo, Adiós al proletariado, Ecología y política y Ecología y libertad son los más conocidos y recientes, pero antes había publicado La moral de la historia, en 1959, o El socialismo difícil, en 1969.
Socialista, antiautoritario, antieconomicista, amigo de Herbert Marcuse y simpatizante de las revueltas más o menos libertarias, André Gorz fue un pensador influyente sobre el sindicalismo reformista francés de las décadas de los años sesenta y setenta. Su ruptura definitiva de un marxismo del que ya se había alejado una década antes data de 1983, cuando analizó en Los caminos del paraíso los errores de la izquierda europea.
Su primera obra, de corte autobiográfico, es El traidor, de 1958, muy influida por la fenomenología sartriana que él quiso conciliar con el socialismo. Durante años fue miembro de la dirección de la revista de pensamiento Les Temps Modernes, colaboró en semanarios desde 1955 gracias a Jean-Jacques Servan Schreiber y participó en la fundación de Le Nouvel Observateur en 1964, junto a Jean Daniel, que le recuerda como "el filósofo más marginal y secreto de la ecología y el anticapitalismo".
En su domicilio de Vosnon se han encontrado cartas dirigidas a la policía y varias cartas de despedida destinadas a algunos amigos. André Gorz había confesado hace poco tiempo a una amiga su preocupación por el empeoramiento de la salud de su esposa, Dorine, a la que hace sólo un año había escrito un libro emocionante titulado Carta a D. Historia de amor y en el que decía: "Acabas de cumplir 82 años y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco he vuelto a enamorarme de ti y de nuevo siento en mi interior un vacío que sólo llena tu cuerpo abrazado al mío". Gorz también le agradecía a Dorine el que le hubiese empujado y ayudado a escribir. "Mi obra sólo lleva un nombre, cuando ha sido el fruto de un largo diálogo", concluía.
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