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Crónica:Fútbol | Cuarta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Aciago Levante

Riganò falla remates claros ante un Athletic que aprovecha la seguridad del meta Iraizoz y el acierto ante el gol de Aduriz

Vaciados, derrotados, hundidos. Los jugadores del Levante se despidieron así de su hinchada, aplaudiéndose mutuamente. Sin reproches. El conjunto granota dio todo lo que tenía: coraje, ambición y juego. Ni aún así. Es un equipo maltratado por el azar y por su pésima puntería. Falló un penalti, le marcaron mientras un defensa suyo -Cirillo- se retorcía en el suelo y erró un puñado de oportunidades. El Athletic se encontró con la victoria sin muchos méritos. La seguridad de Iraizoz, una defensa más consistente que cursos anteriores y una escasa productividad ofensiva. La que aportó Del Horno con sus lanzamientos en diagonal desde el centro del campo, que causaron estragos en la zaga levantinista. Ese balón plano que enviaba el lateral izquierdo era agua bendita para los delanteros rojiblancos: Aduriz hizo fortuna.

LEVANTE 1 - ATHLETIC 2

Levante: Storari; Descarga (Geijo, m. 60), Cirillo, Serrano, David; Juanma, Berson (Viqueira, m. 53), Miguel Ángel, Savio; Riga (Pedro León, m. 73) y Riganò. No utilizados: Kujovic, Tommasi, Robusté y Courtois.

Athletic: Iraizoz; Iraola, Aitor Ocio, Amorebieta, Del Horno; Susaeta (Cuéllar, m. 63), Murillo (Iñaki Muñoz, m. 57), Javi Martínez, David López; Aduriz y Llorente (Vélez, m. 77). No utilizados: Aranzubia, Ustaritz, Tiko y Etxeberria.

Goles: 0-1. M. 8. Del Horno centra, Aduriz controla y marca. 0-2. M. 73. Aduriz dispara, rebota en Miguel Ángel y entra llorando. 1-2. M. 78. Riganò, de cabeza.

Árbitro: Teixeira. Expulsó a Amorebieta (m. 92) con roja directa. Amonestó a Cirillo, Iraola, Berson, Susaeta, Riganò, Pedro León y Geijo.

13.884 espectadores en el Ciutat de València.

Dos extremos burbujeantes, Juanma y Savio, le dieron al Levante velocidad, desborde y centros al punto de penalti. Todo menos el gol. De eso debería encargarse Riganò, protagonista del encuentro. Hiperactivo, el ariete italiano descargó el juego a las bandas y acudió después a rematar de cualquier manera, sobre todo de cabeza. Pero sin la pizca de suerte o de precisión para anotar. Cuando no era fuera por un palmo, era la manopla de un impermeable Iraizoz.

El Athletic se defendió muy atrás. En los córners en contra, con sus 11 jugadores dentro de su área. Un centrocampista de creación, Javi Martínez, marcaba al hombre a la mole levantinista, Riganò, mientras que los dos centrales, Ocio y Amorebieta, fijaban en zona. Ese fue el retrato del cuadro de Caparrós, que apenas salió de su madriguera.

El público la tomó con Riga, el mismo que les aseguró la campaña pasada la permanencia. La memoria es muy corta. Abel jugó en el segundo tiempo con un 4-3-3 que obtuvo premio: un regalo de Del Horno en forma de penalti. Tocó el balón con las manos. ¿Se estrenaría Riganò? Pues no. Tiró al larguero. El desconcierto granota lo aprovechó el Athletic para, con Cirillo tumbado, cerrar el encuentro. Marcó Aduriz. Descocado el partido, Pedro León apuró hasta la línea de fondo y su delicioso centro lo cabeceó a gol, por fin, Riganò. Viqueira y Pedro León esparcieron calidad por la orilla derecha. Caparrós cruzaba los brazos en aspas para avisar que el choque estaba abolido. Y que la fortuna, esta vez, había estado de su parte.

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