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El incierto futuro del PNV

Imaz arroja la toalla y deja al PNV sin su referente más firme ante ETA

Josu Jon Imaz, presidente del PNV y principal puente de diálogo con el Gobierno central para la lucha contra ETA y el futuro de Euskadi, anunció ayer por sorpresa que abandona la política y renuncia a seguir dirigiendo el partido. Su decisión sembró ayer el desconcierto en el seno del nacionalismo y llevó la preocupación al Gobierno y a los principales partidos políticos. La marcha de Imaz (Zumarraga, 1963), comunicada a través de un artículo remitido a los medios de comunicación, abre un horizonte de incertidumbres en la política vasca y española.

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El dirigente peneuvista ha sido un referente de firmeza democrática frente a las pretensiones del mundo de ETA y un leal colaborador del Gobierno en el frustrado proceso de diálogo para el fin de la violencia terrorista. Imaz ha encarnado el discurso más integrador de su partido, empeñado en conseguir un marco de relación de Euskadi con España aceptable tanto por los nacionalistas como por los no nacionalistas.

El líder nacionalista ha anunciado su renuncia sólo dos días después de que se anunciase un acuerdo sobre la estrategia política a seguir entre los dos sectores que pugnaban para dirigir el PNV. Después de ese pacto, no ha tardado ni 48 horas en anunciar su marcha. La razón profunda, que el propio Imaz reconoce, es que ha visto cuestionado su liderazgo y también las posibilidades de modernización y actualización del pensamiento y el proyecto nacionalista que ha intentado impulsar, con el objetivo de adaptar a los nuevos tiempos conceptos como soberanía o independencia.

Imaz acudió ayer por la mañana a su despacho pero, después de enviar su artículo a los periódicos a primera hora de la tarde, permaneció ilocalizable. El PNV se cerró a cal y canto. Sus servicios de prensa se limitaron a señalar que el partido no haría "ninguna valoración sobre las reflexiones del presidente de la ejecutiva".

Falto de apoyos suficientes para conducir a su partido por el camino de la moderación que ha predicado y practicado, Imaz decidió arrojar la toalla, con una reflexión por escrito en la que deja sentados los principios que le mueven y los que echa en falta en el PNV.

El líder nacionalista había comprobado en las últimas semanas cómo dirigentes cualificados de su partido traspasaban los límites que el propio Imaz se había fijado en julio, cuando salió a campo abierto para exponer los principios por los que estaba dispuesto a trabajar y para explicar para qué cosas su partido no podía contar con él. Imaz se mostró entonces contrario a celebrar una consulta popular sobre el futuro de Euskadi sin consenso previo entre nacionalistas y no nacionalistas, una propuesta que finalmente se ha abierto paso en la ponencia consensuada.

Con su retirada de la batalla interna por el control del partido, Imaz intenta mostrar también el camino que debe seguir Joseba Egibar, su contrincante de hoy en el PNV y que también lo fue hace cuatro años tras la marcha de Arzalluz. "El esfuerzo por conseguir la unión en el seno del PNV nos obliga a todos", indicó ayer. A la vez, intenta abrir el paso al presidente de la poderosa organización vizcaína del partido y portavoz de su ejecutiva, Iñigo Urkullu, en quien todos ven al sucesor.

Sin embargo, otros dirigentes nacionalistas consideran improbable que Egibar acepte ahora como elemento de unidad a Urkullu, ya que fue clave hace cuatro años para el triunfo de Imaz. Pocos saben aún cuáles son los términos del pacto que necesariamente deben de haber alcanzado ambos, y los dos con el lehendakari Ibarretxe, pero los mejores conocedores del PNV sostienen que "los mismos que le auparon en 2004 [a Imaz] le han dejado ahora caer". "Le han quemado para nada", afirman. Urkullu ha sido el protagonista del acuerdo con Egibar en el documento de consenso pactado el lunes, en el que Imaz ha debido ver contenidos que traspasan los límites que él mismo se fijó en público. Los rumores sobre su marcha existían desde el 31 de julio, cuando en el acto del 112º aniversario de la fundación del PNV señaló: "Las personas no deben ni debemos ser obstáculo para el logro de posiciones integradoras en el partido".

Imaz afirmó ayer que ha puesto por delante de su posición personal el proyecto, es decir, el partido, en riesgo cada vez más serio de división, con dos discursos claramente contrapuestos y evidentes tensiones ante el proceso asambleario iniciado. Los malos resultados electorales encendieron las alarmas sobre las consecuencias de esa escalada, por más que, en términos de poder, el PNV haya terminado por salir reforzado.

Pero hasta ese reforzamiento ha jugado en contra del presidente del PNV, porque ha sido el sector de Egibar el que se ha instalado en las diputaciones de Guipúzcoa y Álava, después de desplazar de la primera a un hombre de Imaz. Los resortes institucionales de éste habían quedado considerablemente mermados a la hora de moderar desde el partido la postura de Ibarretxe sobre la consulta popular.

La crítica de Imaz al planteamiento sobre la consulta popular del lehendakari, realizada en un artículo a mediados de julio, no gustó a relevantes personalidades del aparato vizcaíno, que pensaron que se había extralimitado trasladando al debate público esa delicada cuestión. Ahora hay quien sostiene que cuando Imaz escribió aquel artículo no estaba dando una batalla, sino que ya era consciente de que la había perdido.

El presidente más joven del PNV, llamado a redecorar la imagen del partido, se ha visto siempre presionado por la tensión con Egibar. Pese a ello, ha sabido marcar la modernización del un partido dividido que ahora abandona.Vídeo: CNN+

EL IDEARIO DE UN MODERADO

- Construir Euskadi "entre todos: nacionalistas y no nacionalistas, independentistas, soberanistas, autonomistas y centralistas. Nadie nos sobra" (18-01-2004)- "Frente a la opción dependencia/independencia (...) apostamos por la soberanía compartida con España y Francia. Sin someternos a nadie, sin imponer nada". (31-07-2005)- "La prioridad política para hacer nación hoy exige un acuerdo amplio" (31-07-2005)- "Tenemos que buscar una solución que tenga, como mínimo, el apoyo que tuvo el Estatuto de Gernika, por muy democrático que sea el juego de mayorías" (18-02-2006)- "Una consulta como acumulación de fuerzas para la confrontación es contraria al espíritu y letra de la posición del PNV" (15-07-2007)

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