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Reportaje:

Un homenaje amargo

Los actos por los 10 bomberos muertos en el fuego de Almacenes Arias, en 1987, se empañan con quejas laborales y disputas políticas

Patricia Ortega Dolz

Esta tarde, sobre las seis de la tarde, seis bomberos con uniforme de gala y otros tres con banderín entrarán en la iglesia de la Paloma, su patrona, para hacer una ofrenda floral. Será en otro homenaje que el Ayuntamiento de Madrid realiza en memoria de los 10 bomberos que murieron en el incendio de los Almacenes Arias el 5 de septiembre de 1987.

Una breve noticia sobre un incendio en el primer telediario de aquella noche de 1987; una llamada de teléfono pidiendo refuerzos, otra llamada solicitando que, quien pudiera, adelantase la hora de entrada de su guardia; las llamas que podían verse desde el comedor del edificio del parque octavo (el parque de bomberos de Vallecas), las malas noticias que llegaban por la emisora de la central: "¡Nos faltan 10!", los relevos, bomberos venidos de otras comunidades...

"Llevo años sin querer hablar de aquello, y hoy no iría a este homenaje político", dice un oficial
En 1987 la ratio era de 0,3 bomberos por 1.000 habitantes. Hoy la proporción es de 0,4
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20 años del gran incendio

En aquel entonces, Madrid contaba con unos 900 bomberos, según los datos de la Plataforma Unitaria de Bomberos, una asociación que cuenta con 8.000 afiliados de los aproximadamente 20.000 bomberos de España. La capital tenía entonces 3.100.507 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Hoy, 20 años después, son unos 1.500 los bomberos de Madrid, donde ahora viven 3.187.062 personas, según los datos del INE. Esto significa que la ratio de bombero por cada 1.000 habitantes es hoy de 0,4, cuando lo recomendable, según mantiene la plataforma y apela a las directivas europeas es de uno por cada mil. Y no es una proporción muy superior a la que había hace 20 años, cuando tocaban a 0,3 bomberos para el millar de personas.

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En el número 29 de la calle de la Montera no hay unos jardines ni un monumento en honor de los bomberos que quedaron atrapados bajo los escombros del antiguo edificio, como se planeó inicialmente. Allí se levantan y resisten hoy los cines Acteón y una placa en recuerdo de los 10 hombres, Eso sí, José Pascual, jefe de Bomberos de Madrid en 1987, fue acusado de un delito de imprudencia temeraria y destituido tras las investigaciones.

Aunque han pasado la friolera de dos décadas, aquellos hechos supusieron un antes y un después: "No ha habido ningún otro incendio que se haya llevado la vida de tantos compañeros", dice Víctor Jiménez, un bombero de 48 años. Él, con 25 años de experiencia, fue uno de los que entró de guardia aquella noche y de los que fue después a retirar escombros para sacar los cuerpos calcinados de sus 10 compañeros.

"Sabíamos que era imposible sacarlos con vida por la temperatura que había dentro, pero sabes que si no los sacas tú, no los va a sacar nadie. Trabajas con más ganas que nunca", cuenta. Se calla, y añade: "Hoy no hay esas ganas en el cuerpo. No podemos crecer profesionalmente. Cuando me jubile, no podré decir que sé más que cuando entré", se lamenta. "¿Por qué no vamos a cubrir emergencias como la de Perú? ¿Por qué van Bomberos sin Fronteras o el Summa? Porque el servicio se quedaría en cuadro", se responde.

La queja sobre el número de efectivos es histórica, y de ella se hacen eco representantes de la Plataforma Unitaria de Bomberos: "En los últimos cuatro años no se ha cubierto ni una sola plaza de bombero, cuando antes se cubrían 50 al año. Siguen jubilándose una media de 15 al año; es imposible", dice un oficial que también participó en el incendio de los almacenes. "He estado 20 años sin querer hablar de aquello porque fue muy duro, y mañana, si por mí fuera, no iría a ese homenaje meramente político", dice. Este periódico intentó obtener, sin éxito, la versión del Ayuntamiento sobre estos datos.

A última hora de ayer, la presencia de representantes del PSOE e IU en los actos era una incógnita porque, según ambos partidos, el Ayuntamiento no les había invitado. En el Consistorio decían que "se debía a desajustes por el verano". Será un homenaje amargo.

LUIS MAGÁN
Un grupo de bomberos recupera un cadáver tras el incendio de los almacenes Arias (izquierda). Fachada de los cines Acteón, que hoy ocupa el local de la tienda de saldos.
Un grupo de bomberos recupera un cadáver tras el incendio de los almacenes Arias (izquierda). Fachada de los cines Acteón, que hoy ocupa el local de la tienda de saldos.MIGUEL GENER / CRISTÓBAL MANUEL

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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