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Abe Rábade graba nuevo disco tras presentarlo en el Canjazz

Las sonrisas y gestos de complicidad de los siete músicos subidos al escenario hacían presagiar, ya desde los primeros acordes, que allí encima iba a ocurrir algo bueno. Y si a ese ambiente de cercanía y entendimiento se suman los excepcionales currículos de cada uno de ellos el resultado se adivina excepcional. Lo consiguieron el pianista Abe Rábade y una pléyade de músicos en el auditorio municipal de Cangas do Morrazo, en la clausura del cartel de la décima edición de Canjazz.

El pianista y compositor compostelano, quien ya es una de las personalidades más importantes del jazz peninsular, escogió su festival talismán para estrenar un nuevo trabajo Open doors, que precisamente empezará a grabar hoy en los estudios de Mário Barreiros en Oporto. Y lo hará con la misma formación en septeto con la que se presentó en Cangas: Chris Kase (trompeta), Perico Sambeat (saxo alto), Jesús Santandreu (saxo tenor), Alan Ferber (trombón), Nelson Cascais (contrabajo) y Bruno Pedroso (batería). El concierto se ejecutó a la manera de suite en ocho tiempos, cada uno de ellos introducido por un solista. De igual modo ha concebido Rábade este disco, el quinto ya en su carrera como líder. "No estoy de acuerdo con la fragmentación de la música a la que dan opción las nuevas tecnologías porque descontextualiza piezas que son las partes de un todo y que guardan un orden que tiene sentido en sí mismo", se explica el pianista, quien no duda en señalar este trabajo como el más identificado con su sonido propio de los que ha creado hasta la fecha. El CD se publicará en febrero, pero Rábade ya tiene en mente cómo será el sexto disco e incluso perfila el séptimo.

Mosaico de estilos

"Acostumbro a presentar en mis discos una especie de mosaico con varios estilos de jazz porque soy muy ecléctico en mis gustos musicales, pero ahora ya no, ésta es la primera vez que no hago ninguna concesión, todos los temas son parte de mí". Temas que recogen emociones y que llevan nombres vinculados a su historia personal y a los acontecimientos que le impactan: Cebreiro, Iria, Prestige, Campo da estrela ... Y otra vez su número mágico: siete músicos para siete composiciones propias y una versión del saxofonista estadounidense Joe Henderson. En el septeto los protagonismos están repartidos, además de las intros, pequeños solos jalonan las composiciones.

El título del proyecto, traducido como Puertas abiertas, ilustra el estilo de vida emprendido por el músico. Es, por una parte, una manera de afrontar el proceso creativo acercando propuestas de signo diverso y, por otra, un guiño a su otra faceta, la educativa, ya que Rábade es uno de los impulsores del Seminario Permanente de Jazz de Pontevedra.

"La obligación de los más experimentados es abrir puertas a los que vienen detrás", dice. "El futuro del jazz en este país es esperanzador y es un placer sentirme, en alguna medida, responsable de ello".

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