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El subfusil intervenido a El Solitario se usó para matar a dos guardias civiles

El subfusil intervenido a Jaime Jiménez Arbe, El Solitario, tras su detención, fue utilizado para matar a los dos guardias civiles de tráfico en Castejón (Navarra) en septiembre de 2004, según informó ayer la policía. El arma también fue empleada en el atraco a una sucursal bancaria de Caja Rural en Vall d'Uixó. Una pistola intervenida, marca Ithaca, fue empleada por El Solitario en un enfrentamiento con la Guardia Civil tras el atraco en la Caja de Ahorros de Zafra (Badajoz).

El Solitario, preso desde el miércoles en la cárcel de alta seguridad de Monsanto, Lisboa, cumplió anoche 36 horas en huelga de hambre. El delincuente, que deberá responder en España por tres presuntos asesinatos y 36 asaltos, ha dicho a sus vigilantes que no volverá a comer si no es devuelto a la prisión de la Policía Judicial de Coimbra, donde pasó dos noches tras ser detenido en Figueira da Foz. Según fuentes penitenciarias, "probablemente vio algo en aquella cárcel que le hace pensar que allí le sería más fácil fugarse".

Aislado en una celda individual en la cárcel de Monsanto, situada en pleno pulmón verde de Lisboa, El Solitario goza de los mismos derechos que los otros reclusos: televisión, periódicos y libros, ha hablado por teléfono con su familia y pasea por el patio. Aparte de haber rechazado las tres comidas diarias desde que llegó, Jiménez está "suave y tranquilo" y su estado de salud es por el momento "totalmente normal", dicen en el Servicio de Prisiones portugués.

Jiménez Arbe, que según se ha contado domina el italiano, el inglés y el francés, parece decidido a aprender portugués. Ayer pidió un diccionario portugués-español. Nuevos testimonios de sus compañeros en el Liceo Italiano de Madrid, donde Jiménez estudió en los años sesenta hasta que fue expulsado, ofrecieron ayer más detalles sobre la época en que "pasó de ser un estudiante bueno, inteligente y competitivo a un tipo de una agresividad feroz".

Brillante en matemáticas

Según matiza un compañero de clase que tuvo "frecuentes peleas con él", Jiménez Arbe provocó su expulsión del colegio en 1969, cuando tenía apenas 13 años: "Después de enzarzarse con un alumno en el patio, lo llevaron al despacho del preside (el director) y Jiménez le intentó agredir. Llamaron a la policía y a los padres de urgencia, y el preside, que entonces era Italo Simonelli, aceptó no poner la denuncia a cambio de que no volviera por allí".

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Este compañero recuerda también que Jiménez fue "un alumno bien valorado por los profesores, habilísimo para las manualidades y brillante en matemáticas e italiano". Pero con los alumnos era otra cosa: "Era muy agresivo y especialmente rencoroso. Después de que lo echaran volvió varias veces con su pandilla de moteros y agredió a varios alumnos".

En Monsanto, los responsables de la prisión han decidido realizarle exámenes médicos y psicológicos cada día.

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