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Desde el Pacífico
Columna
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A vueltas con la gráfica social de Facebook

LA NUEVA PLATAFORMA de Facebook sigue sacudiendo el mundo de la web en Silicon Valley y San Francisco. Uno de los comentarios más elogiosos viene de Marc Andreessen, creador de Mosaic (el primer navegador). Califica su lanzamiento de un "salto extraordinario para Internet". Las plataformas como Facebook sobre las que los desarrolladores vienen a construir, siempre ganan sobre las aplicaciones que son mundos cerrados. La de Facebook es particularmente sofisticada con un lenguaje para base de datos, uno para interactuar con el sistema, una versión propia de HTML y una suite completa de API, las interfaces que permiten crear aplicaciones. Además, añade Andreessen, esta plataforma "agrega el combustible para cohete de una distribución viral automatizada, un número considerable de usuarios potenciales y la perspectiva de guardar el 100% de todos los ingresos que su aplicación puede generar".

El exceso de redes sociales puede generar un problema: que cuando nos encontremos los amigos no tengamos nada que contarnos
La historia de la 'web', según Sacks, se puede organizar alrededor de la respuesta a la pregunta: ¿cómo hallan los internautas las informaciones que necesitan?

¿Está dicho todo? La verdad es que no.

Plataforma y crecimiento viral son componentes conocidos del éxito en materia informática. Si hemos de creer a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, el secreto es el social graph, la gráfica social así definida en el sitio de la empresa: "Es la red de conexiones y relaciones entre gente en Facebook que permite difundir eficientemente y filtrar la información. De la misma manera que la gente comparte información con sus amigos y la gente que los rodea en el mundo real, esas conexiones aparecen online en Facebook".

La fuerza real de la propuesta radica, sin embargo, en la capacidad de acoplar plataforma poderosa y red social considerable. Los usuarios encuentran una integración atractiva entre aplicaciones y grupos de gente. La maravilla para los desarrolladores es que se pueden dedicar a la creación de sus aplicaciones sin preocuparse mucho por la creación de la red social que necesitan y su potencial para la distribución viral. Facebook, por su parte, se sitúa como el Windows de la web justo en el momento en el que estamos empezando a realizar cada vez más operaciones en red. La gráfica social es una herramienta para ver las relaciones entre la gente. Permite visualizar, seguir y entender lo que es más difícil conseguir en la web: la confianza.

David Sacks, cofundador de Pay Pal es probablemente quien mejor lo vio cuando escribió para Tech Crunch: "Virtualmente, todas las aplicaciones web 2.0 basadas en la sabiduría de las muchedumbres pueden ser reconcebidas como aplicaciones de Facebook basadas en la sabiduría (o la confianza) de los amigos".

Buena parte de la historia de la web, a juicio de Sacks, se puede organizar alrededor de la manera en que se responde a la pregunta: ¿cómo encuentran los internautas las informaciones que necesitan? La primera es hojear siguiendo las pistas abiertas hace años por Yahoo. La segunda es buscar como nos permite hacerlo Google. La tercera es compartir entre amigos y conocidos. Tiene dos méritos: es un filtro útil frente al exceso de información y descansa sobre la confianza. Es muy posible que esta tercera fase sea marcada por la preeminencia de una propuesta tipo Facebook, lo cual nos obliga a estar particularmente atentos.

Con el tiempo, lo más probable es que lleguen a manifestarse dos tipos de reservas.

Facebook controla la plataforma, tiene acceso a la gráfica social global de las relaciones de sus miembros y posee el contenido que ponemos en línea como bien lo nota Esme Vos (pjentrepreneur.com). Los más cautelosos se interesarán en propuestas como Ning (en la que Andreessen participa), que permite crear al internauta sus redes sociales de manera más autónoma, casi aislada. Quien quiera acceder desde un mismo espacio a los sitios de este tipo con los que está conectado sin hacerlo desde Facebook puede considerar propuestas como MyLifeBrand o ProfileLinker. La otra reserva tiene que ver con el potencial "exceso de información social" señala Mary Hodder en su blog Napsterization.org. Perfectamente conectada, Mary, fundadora de Dabble.com, un sitio de intercambio de vídeos, sigue lo que hacen sus amigos y relaciones gracias a Twitter, Facebook, MySpace, LinkedIn etc. "El problema es que cuando nos encontramos ya no tenemos nada que contarnos".

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