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Los pactos electorales tras el 27-M

Ocho años marcados por la expansión urbanística

Alfonso Alonso cederá hoy la alcaldía de Vitoria al socialista Patxi Lazcoz sin haber logrado colocar la primera piedra al más emblemático de sus proyectos en ocho años de mandato: el Palacio de la Música. En el otro platillo de la balanza, el desde hoy ex primer edil puede presumir de que en sus dos mandatos ha dirigido una ambiciosa operación urbanística que ha supuesto la construcción de más de 10.000 viviendas en los barrios de Lakua, Salburua y Zabalgana, el 75% de ellas de promoción oficial. Y todo ello, tratando de salvar, aunque sea por el mínimo, la herencia de ciudad sostenible y de exquisita atención social que le dejó el nacionalista José Ángel Cuerda.

Pese a la voluntad reformadora con la que Alonso llegó a la alcaldía, tras cuatro lustros de gobierno del carismático Cuerda, la ciudad no ha vivido cambios significativos, salvo en el apartado urbanístico. Un vistazo al mandato del también presidente del PP alavés se puede resumir en: urbanización de nuevos barrios, construcción de viviendas y promoción de centros comerciales, que en parte han reformado la imagen de la ciudad. Efectivamente, Vitoria ya no es sólo la céntrica calle Dato.

Pero si la capital alavesa ha crecido en extensión, no lo ha hecho en ambición urbana frente a otras ciudades de su entorno. Quizás ha adolecido de falta de liderazgo, pese a ser la capital de Euskadi, condición que ahora por fin se comienza a reivindicar. Las críticas a la gestión de Alonso se han centrado en su excesiva atención al ensanche burgués de su ciudad natal (y la de sus antepasados, como le gusta recordar), mientras hacía de menos a los barrios.

Resulta significativo que en estos ocho años los dos mayores proyectos de la ciudad (la rehabilitación de la catedral de Santa María y la construcción del Artium) han estado encabezados por la Diputación. Ambos referentes culturales se encuentran alrededor del casco medieval, verdadera asignatura pendiente que deja Alonso a Lazcoz.

Y no sólo eso. El nuevo primer edil socialista se deberá enfrentar también a la gestión de esa nueva periferia nacida durante el mandato del PP, para la que se esperan los mismos equipamientos de que disfruta el resto de Vitoria. Alonso sólo ha inaugurado un centro cívico, el de El Pilar-San Andrés, mientras deja en proyecto los de Ibaiondo, Salburua y Zabalgana, sin olvidar los riesgos a los que se enfrenta el crecimiento sostenible de la capitala alavesa.

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