Hallado el pasaporte con el que Eichmann entró en Argentina
Para Adolf Eichmann, los seis millones de judíos asesinados en los campos de exterminio nazis no pasaban de ser una estadística. Una cifra resultado de un refinado modelo de aniquilamiento a escala industrial del que hablaba como de un proceso productivo cualquiera, y que ayudó a concebir y aplicó con todo el celo que pudo.
La derrota nazi en 1945 y la persecución a los responsables del horror le forzaron a abandonar su país y a cambiar su identidad. Ahora, entre unos olvidados legajos judiciales, ha aparecido el pasaporte con el que el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann ingresó en Argentina con identidad falsa. Un documento histórico que será expuesto en el Museo del Holocausto de Buenos Aires.
Mientras se derrumbaba el régimen nazi, Eichmann, director de la Oficina de Asuntos Judíos de Adolf Hitler, se consagró a la tarea de seguir enviando trenes llenos de judíos a los campos de exterminio y cuando el fin fue inevitable utilizó la llamada ruta de las ratas para huir al otro extremo del mundo. Para hacerlo, el hombre que organizó la conferencia secreta de Wannsee en 1942, en la que se decidió y organizó la solución final, se valió de un pasaporte expedido en 1950 por la Cruz Roja, según el cual su portador se llamaba Riccardo Klement, un técnico apátrida, nacido en la ciudad italiana de Bolzano.
Instalados en Argentina bajo identidad falsa, Eichmann y su mujer, conocidos entre sus vecinos como los Klement, vivieron durante años en una casa de la localidad bonaerense de San Fernando. Lo que el alto oficial nazi no sospechaba es que desde hacía tiempo era vigilado por 11 agentes israelíes al mando de Isser Harel, quien dirigió el comando que secuestró a Eichmann cuando bajaba de un autobús el 11 de mayo de 1960.
Nueve días después, los agentes del Mosad lo introdujeron dormido y vestido como un piloto en un avión de la compañía israelí El-Al con rumbo a Tel Aviv. Al llegar a su destino, Harel telefoneó al primer ministro y padre de la independencia de Israel, David Ben Gurión. "Le traigo un regalo", dijo. Dos años después, el 31 de mayo de 1962, tras ser declarado culpable de crímenes contra la humanidad, Eichmann murió ahorcado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.