La mitad de los docentes apoya el paro mientras se anuncian más protestas
El 45,6% de los 22.000 docentes que forman parte de la enseñanza pública no universitaria secundó ayer el paro promovido por los sindicatos STEE-EILAS, LAB, ELA y UGT en demanda de mejoras laborales, según los datos ofrecidos por el Departamento de Educación. Las centrales elevaron el seguimiento de la protesta, convocada en toda Euskadi, hasta el 65% del profesorado. En cualquier caso, y pese a la disparidad de las cifras, está claro que la protesta de ayer, que culminaba los tres paros territoriales de la semana pasada, contó con mayor apoyo que las anteriores movilizaciones, secundadas por una media del 38,8% de los docentes.
Un desglose por niveles educativos y por territorios refleja que el seguimiento de la huelga fue más importante en Infantil y en Primaria y en Guipúzcoa, donde secundó el paro el 58,8% frente al 39,6% en Vizcaya y el 36,5% de Álava.
Representantes de los sindicatos, arropados por algunos centenares de docentes, se concentraron por la mañana frente a la sede del Gobierno en Vitoria. Belén Arrondo, de STEE-EILAS, advirtió al departamento de que la plantilla se encuentra "frustrada y muy molesta" por el progresivo deterioro de sus condiciones de trabajo y recalcó que las movilizaciones seguirán en el futuro. Arrondo precisó que las nuevas protestas en ningún caso influirán en el normal desarrollo de los exámenes de finales de curso.
Comisiones Obreras, sindicato mayoritario entre los docentes de la red pública, se ha desmarcado de la movilización tras suscribir la semana pasada un preacuerdo con la consejería para mejorar las condiciones de trabajo de la plantilla. Este preacuerdo ha sido duramente contestado por el resto de centrales. Según Arrondo, la mayoría del sector "no lo comparte". "Es insuficiente y no mejora nuestras condiciones de trabajo ni los medios con los que contamos en la escuela pública. Espero que Educación vuelva a convocar la mesa de negociación y modifique y mejore el principio de acuerdo con CCOO", añadió.
La pretensión de Arrondo queda lejos de las intenciones del consejero de Educación, quien avanzó ayer su deseo de que el preacuerdo se convierta en realidad ya el próximo mes. Tontxu Campos reiteró a los cuatro sindicatos que mantienen las movilizaciones la inutilidad de recurrir a la huelga como forma de presión y les animó a reconducir su malestar mediante la negociación. "Me parece injusto que las diferencias que mantenemos sindicatos y Gobierno las paguen los alumnos y las familias. Lo razonable es resolver el problema alrededor de una mesa", dijo.
Respecto al preacuerdo con Comisiones, aclaró que establece un nuevo sistema para dotar de mayor estabilidad a las plantillas de los centros, pero advirtió de que ningún profesor interino "que antes no tuviese opción a una plaza la va a tener ahora", en referencia a la posibilidad de acceder sin tener el perfil lingüístico requerido.
