Las empleadas de hogar equipararán sus condiciones a las del resto de empleados

Las empleadas de hogar cotizarán a la Seguridad Social como el resto de trabajadores. El Gobierno está preparando una norma para mejorar las condiciones de este colectivo, que hasta ahora desarrolla su actividad al margen del Estatuto de los Trabajadores. Quienes contratan a esas trabajadoras no están obligados, por ejemplo, a firmar un contrato ni a garantizar un mínimo descanso semanal. "Sería bastante razonable que hubiera un contrato escrito", señaló ayer Octavio Granado, secretario de Estado de Seguridad Social.

El trabajo remunerado en el hogar es una labor en alza. Un buen número de empleados, fundamentalmente inmigrantes, se han incorporado a esta actividad en los últimos años, aunque ese auge no se traslada a las cifras. El régimen especial de empleados de hogar cuenta con 282.000 cotizantes y en el último año ha perdido un 20%. Las cifras reflejan la salida de esa bolsa de un buen número de inmigrantes que se inscribieron como empleados de hogar cuando accedieron a la regularización y lo abandonaron poco después por otras tareas.

Con la entrada en vigor de la ley de dependencia, las labores del hogar se convertirán en una importante cantera de empleo, por lo que el Ejecutivo pretende regularlas mejor. Trabajo negociará esta reforma con la patronal y los sindicatos a partir de finales de mes.

Las bases de cotización del régimen de hogar son inferiores a las del resto de trabajadores por cuenta ajena (665 euros al mes, con un tipo del 22%). Eso hace que el colectivo apenas tenga alicientes para cotizar, pues sus pensiones resultan inferiores y están más desprotegidos por enfermedad. La equiparación de estas condiciones con las del resto se hará de forma paulatina, para que el incremento de cotización que supondrá pueda ser asumido por los empleadores.

Menos paro

Granado avanzó este proyecto en la presentación de los datos del paro y de la Seguridad Social correspondientes a abril. El desempleo se redujo menos que otros años, con 36.327 personas que salieron del registro de los servicios públicos de empleo. La cifra supone prácticamente la mitad que el año pasado. Las mujeres coparon el 59% de esa caída del desempleo, aunque este problema les afecta con más virulencia que a los hombres.

La Seguridad Social sigue ganando afiliados, pero menos que cuando recogía el peso de la regularización de inmigrantes. Este registro supera ya los 19 millones de cotizantes.