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Otra fuga de azufre en San Roque provoca protestas contra CEPSA

La Junta de Andalucía quiere endurecer las condiciones a la refinería

La Junta de Andalucía se plantea restringir las condiciones impuestas para el funcionamiento de la refinería que la empresa CEPSA tiene en el Campo de Gibraltar, después de que el sábado se produjera una fuga de azufre que causó molestias y mareos a la población cercana. La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, se quejó de que "son ya muchos los errores que ha cometido la empresa en esta factoría".

Coves anunció ayer que, en los próximos días, la Junta mantendrá una reunión con responsables de la refinería para "repasar exhaustivamente" las condiciones de operatividad exigidas a CEPSA. "Vamos a ver si es posible restringir aún más los niveles de emisiones y las condiciones que tiene CEPSA, porque ya son muchos los errores que ha cometido la empresa en esta factoría y que no podemos aceptar", explicó la consejera de Medio Ambiente de la Junta.

Hace apenas una semana se produjo otro incidente en la misma refinería, con el vertido a la atmósfera de gran cantidad de CO2 a causa de un apagón que obligó a parar la producción.

Técnicos de la Consejería de Medio Ambiente analizan las muestras de aire tomadas tras el episodio de contaminación, ocurrido la tarde del sábado en la refinería Gibraltar de CEPSA en San Roque (Cádiz). Miguel Angel Rodríguez, coordinador provincial de la empresa pública de emergencias 112, confirmó que "el quemador en el que se produjo la emisión contaminante se encuentra paralizado hasta que no se determinen las causas del exceso de combustión de azufre". La emisión se produjo en la unidad de azufre número 5 de las seis con que cuenta la planta.

También la consejera de Medio Ambiente aseguró en la mañana de ayer que la actividad en la refinería se encuentra paralizada desde el sábado por orden de la Junta y que la Administración autonómica ha abierto un expediente informativo para esclarecer el incidente. Coves apuntó que el origen de la emisión pudo ser el uso de un combustible con un exceso de azufre, algo que dijo se podía haber evitado haciendo analíticas previas.

Sin embargo, CEPSA informó en un comunicado de que la actividad se normalizó en la misma tarde del sábado, incluida la planta número 5.

El exceso de combustión de azufre provocó irritaciones en los ojos, náuseas y mareos a los vecinos del barrio sanroqueño de Puente Mayorga, quienes se encargaron de dar la voz de alarma ante lo sucedido.

A pesar de la situación vivida por los vecinos, el coordinador del 112 en la provincia de Cádiz insistió ayer en que "en ningún momento se superaron los niveles máximos permitidos por la normativa vigente en materia medioambiental", algo que ha generado las críticas de los afectados, que consideran culpable de lo ocurrido a la empresa y a las autoridades competentes.

Según la portavoz del grupo ecologista Verdemar, Raquel Neco, "no hacen nada por impedir que episodios de este tipo se repitan en esta zona del Campo de Gibraltar". El grupo ecologista Verdemar manifestó ayer a través de un comunicado que "no se puede tener confianza en las mediciones del aire que realizan las cabinas colocadas por la Junta de Andalucía en esta zona, porque los vecinos fueron los que vieron la nube tóxica, la olieron y la respiraron y ante eso, nadie lo puede negar". "Las máquinas medidoras no funcionan correctamente y no han sido mejoradas en los dos últimos años", apostilló el grupo ecologista, que anunció la convocatoria de movilizaciones si se vuelve a producir un incidente medioambiental similar al del sábado.

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