_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De Texas

Elvira Lindo

Calla y canta, así fue titulado el documental que cuenta el calvario de un grupo de chicas country, las Dixie Chicks, que tuvieron la audacia de proclamar en un concierto en Londres, al comienzo de la guerra de Irak, su vergüenza por ser del mismo Estado del presidente Bush, Texas. Cuando volvieron a Estados Unidos fueron conscientes de que se habían metido en el gran lío de su vida. Los fans de este tipo de música suelen corresponder al sector más reaccionario americano y en esta ocasión no decepcionaron: quemaron sus discos, las boicotearon en las emisoras de música country y fueron físicamente amenazadas. El objetivo era borrarlas para siempre. La virulencia contra el grupo iba cargada también con una buena dosis de identitarismo, o de paletez, por ser claros: siendo el presidente tejano, venía a considerarse como un insulto a un tío de tu pueblo, ese tipo de tío que a pesar de haber llegado a presidente conserva sus rasgos de autenticidad. Conviene recordar que parte del "encanto" que se le atribuía a Bush frente a Gore era la espontaneidad tejana de su discurso y sus andares: "A algunos les molesta", dijo alguna vez, "mi manera campechana de caminar". En un principio, las cantantes, abrumadas, decidieron pedir perdón a sus fans, pero luego reafirmaron su derecho a la libertad de expresión. Como en las películas épicas en las que un individuo lucha contra el sistema, las Dixie Chicks se retiraron a hacer lo que mejor sabían, música, y a pesar del boicot de "los suyos" consiguieron colocarse entre los más vendidos. La crítica asegura que el golpe ha mejorado su música. La otra noche consiguieron alzarse con varios Grammys en una ceremonia que se convirtió en un canto a la libertad. Pero el apoyo de la industria musical carece de mérito en un momento en que la prensa publica a diario evidencias de la falsificación de pruebas con las que Bush se cargó de razones para invadir Irak. Es una vieja historia que el mundo de los artistas, tan proclive a autodenominarse libre, brille por su ausencia cuando se trata de defender al compañero perseguido. Vieja historia que cruza fronteras e ideologías. Siempre hay un colega que murmura: "¿Y quién le mandó meterse en líos?".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elvira Lindo
Es escritora y guionista. Trabajó en RNE toda la década de los 80. Ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A corazón abierto'. Su último libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PAÍS y la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_