El aparcamiento de Santo Domingo será sólo para residentes cuando reabra en 2008

Quienes optan por coger el coche para ir al centro de compras, al cine o a comer deben saber que ya no podrán contar con el aparcamiento de Santo Domingo. Este garaje, el más antiguo de España, lleva dos años cerrado para ser rehabilitado, pero cuando reabra -teóricamente en 2008- ya no lo hará como aparcamiento de rotación, sino exclusivamente para residentes. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha ordenado modificar el proyecto inicial como forma de desincentivar el uso del coche privado en la almendra central. Así, el garaje -que ha perdido sus tres plantas en superficie para dar lugar a una plaza aún en obras- ofrecerá a partir del año que viene 366 plazas, pero todas para los vecinos del barrio.

La modificación del proyecto le costará al Ayuntamiento, según calculan fuentes municipales, unos diez millones de euros: los que dejará de recaudar al no sacar el nuevo aparcamiento a concesión pública. La idea original era adjudicar la gestión del nuevo garaje de rotación a una empresa privada, que pagaría un canon al Consistorio; pero, al convertirlo en aparcamiento de residentes, no hay beneficios por la entrada de coches y no hay canon.

Ruiz-Gallardón sostiene que cuantos menos aparcamientos haya en la almendra central, más gente se animará a usar el transporte público. Además, los vecinos de Santo Domingo habían reclamado al Ayuntamiento más plazas para residentes, en una zona muy saturada de tráfico y con poco espacio para aparcar. Las plazas del nuevo garaje de residentes saldrán a la venta a un precio medio de 18.000 euros, según responsables municipales.

El aparcamiento de Santo Domingo -abierto en 1959 con 567 plazas- ha tenido en este mandato una procelosa vida. Su demolición parcial era una promesa electoral del alcalde: se trataba de tirar las tres plantas en superficie, que daban al garaje un aspecto mastodóntico, respetar la parte subterránea y construir en superficie una plaza aterrazada. Ruiz-Gallardón se las prometía muy felices cuando empezó la operación, pero no tuvo en cuenta las reticencias de la empresa que gestionaba el estacionamiento, y que exigía una millonada por las pérdidas sufridas mientras durasen las obras.

Las negociaciones se alargaron dos años, hasta que el Ayuntamiento se plantó y decretó la expropiación del edificio, incluidos varios locales comerciales ubicados en los bajos. Por fin pudieron comenzar los trabajos de demolición parcial del aparcamiento, culminados en abril del año pasado, e iniciarse las obras para crear una nueva plaza peatonal. El Ayuntamiento anunció que en un año -antes de las elecciones- el aparcamiento de rotación sería reabierto, aunque con 201 plazas menos de garaje.

Pero los problemas no habían terminado. Cuando los técnicos de la Concejalía de Urbanismo se metieron bajo tierra a rehabilitar el estacionamiento, se dieron cuenta de que sufría aluminosis. "En 1959, el cemento aluminoso estaría permitido, pero ahora no. Hemos decidido que es mejor tirarlo todo y reconstruir de nuevo", explicó a este periódico el pasado verano la concejal Pilar Martínez. Eso implicaba también retrasar la fecha de apertura a, como pronto, 2008.

En eso están los técnicos en este momento: en rehacer el aparcamiento subterráneo y, a la vez, levantar la nueva plaza en superficie. Ahora ha surgido la última novedad: Ruiz-Gallardón ha ordenado modificar el proyecto para convertir el garaje de Santo Domingo en aparcamiento para residentes.