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Tres años con casco

La chichonera con la que pretende jugar Cech, portero del Chelsea, despierta objeciones

Los médicos dijeron a Peter Cech, de 24 años, que tenía dos opciones: o esperarse tres años para que terminara de cicatrizar completamente su fractura en el cráneo o jugar todo ese tiempo con una protección en la cabeza. Lógicamente, el portero checo del Chelsea empezó a entrenarse hace dos meses con un casco. Éste incluye una placa metálica que protege justo el punto del cráneo que se le quebró en octubre pasado, cuando, en una salida a ras del suelo, Hunt, del Reading, le golpeó con la rodilla.

"Los especialistas me han permitido entrenarme al ciento por ciento", explicó estos días Cech. "A menos que ocurra algo inesperado, espero obtener el permiso oficial para jugar partidos". Un permiso que será concedido por la federación inglesa siempre que el material del que está hecho el casco no constituya ningún peligro ni para el jugador ni para los rivales, advierte Antonio Jesús López Nieto, ex árbitro internacional.

"A ver si se lo aceptan. Va a tener problemas de visibilidad", dice el médico del Valencia

El material, neopreno, es el mismo que utilizan los jugadores de rugby, sobre todo los delanteros, para evitar el daño que sufren las orejas en los placajes y en las melés. "No voy a tener miedo ni me limita en nada", añadió Cech; "los entrenamientos confirman que no tengo nada que temer".

"Legalmente, vamos a ver si se lo permiten", objeta el médico del Valencia, Antonio Giner; "el casco lo altera todo, sobre todo la visibilidad. Y otra cosa es ver cómo le entran los contrarios: si van a tener miedo de dañarle o no". "La limitación para él va a existir, sobre todo de visibilidad", abunda Emilio Álvarez, preparador de porteros del Valencia; "la chichonera es un objeto extraño en tu cuerpo, pero el ser humano tiene una gran capacidad de adaptación".

A Ablanedo, ex portero del Sporting, le parece una buena idea el casco de Cech, si bien "tendrá que olvidarse de que lo lleva y superar los problemas de concentración". "Hay cosas que van apareciendo", agrega Andoni Zubizarreta, ex guardameta del Athletic, el Barça y el Valencia; "no me parece ni bien ni mal. Es una novedad como la que en su día supuso que el centrocampista holandés Davids jugase con gafas".

Abierto el debate sobre la seguridad de los arqueros ante las entradas de los jugadores de campo, que tienden cada vez más a dejar la pierna por si el árbitro pita penalti, algunos porteros se tomaron a guasa la posibilidad de actuar con un casco. "No me lo imagino", dijo hace unos meses Abel, nuevo técnico del Levante y el guardameta de la Liga con mejor promedio de goles recibidos en una temporada: 0,51 en 1991. "Tendría que ser muy flexible", agregó. "Lo de jugar con casco ni lo contemplo", insistió Frey, portero francés del Fiorentina, que sufrió una rotura de ligamentos de rodilla al chocar con Zalayeta.

Hoy, sin embargo, la realidad se impone. Y la necesidad para que uno de los mejores arqueros del mundo pueda continuar su carrera. Cech pretende volver a participar con los blues la próxima semana: en la vuelta de las semifinales de la Copa Carling ante el Wycombe. Su entrenador, José Mourinho, lo necesita. La lesión del checo ha contribuido a que el Manchester United se haya escapado a seis puntos en la Liga. Su sustituto, el portugués Hilario, que ha suplido a su vez la baja del segundo portero, el italiano Cudicini, también lesionado, no transmite la seguridad de Cech.

Así que "a viejos problemas, nuevas soluciones", concluye Zubizarreta.

Cech, con su casco protector.
Cech, con su casco protector.ASSOCIATED PRESS

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