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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Saviola rescata al Barça

Un 'hat-trick' del argentino abate en la Copa a un Alavés que creó suspense en el Camp Nou

Àngels Piñol

El Alavés ratificó la sospecha: el Barça sufre una profunda crisis de juego y está a años luz de sus mejores días. El equipo de Vitoria, de Segunda y en plena crisis institucional y deportiva, desnudó a los azulgrana, que superaron la eliminatoria gracias a un hat-trick de Saviola, el inesperado redentor que ha firmado todo el bagaje ofensivo del Barça en seis días (cinco goles al Alavés y uno en Montjuïc). Los azulgrana, que llevaban un cómodo 0-2 de la ida, pasaron un mal trago porque el Alavés igualó los dos goles iniciales que metió el pibito y no metió el tercero de milagro. La sombra de la eliminación planeó durante 20 minutos por el Camp Nou. Pero hubo algo casi peor: que este Barça es irreconocible porque ha extraviado su solvencia defensiva (cinco goles en dos partidos); porque parece que Saviola, el tercer delantero, al que la junta ofrece renovar a regañadientes, es el único que ve puerta; y porque, hasta por perder, pierde los nervios, su serenidad y su proverbial y conocida paciencia.

BARCELONA 3 - ALAVÉS 2

Barcelona: Jorquera; Oleguer (Zambrotta, m. 65), Puyol, Márquez, Sylvinho; Xavi, Motta (Edmilson, m. 73), Gio van Bronckhorst; Ezquerro (Giuly, m.45), Saviola y Ronaldinho. No utilizados: Valdés; y Belletti.

Alavés: Ardouin; Edu Alonso, Gaspar, Mateo, Ángel; Carpintero, Lacen; Gabri (Elton, m.65), Arthuro (Ion Uranga, m.70), Gentile; y Wellington (Ogbeche, m. 60). No utilizados: Bonano; y Morgado.

Goles: 1-0. M.15. Saviola, en un rebote. 2-0. M. 20. Saviola cabecea un centro de Motta. 2-1. M. 34. Wellington cruza sobre Jorquera. 2-2. M. 41. Arthuro, de falta. 3-2. M. 62. Saviola tras romper el fuera de juego.

Árbitro: Pérez Lima. Amonestó a Gaspar y Gio.

39.740 espectadores en el Camp Nou. Dos espontáneos saltaron al campo (m. 84).

Pero ni con el último golazo del argentino llegó la paz porque Ogbeche replicó con un balón al palo. Fue un partido tumultuoso, agitado, fuera del guión previsto y que ratificó la crisis de juego del Barça, castigado en el descanso con silbidos por la afición por primera vez en mucho tiempo. Luego, eso sí, la grada respiró aliviada y cerró la extraña noche -hasta saltaron al campo dos espontáneos- con aplausos. No queda ni siquiera la excusa de que fue un Barça de circunstancias porque Rijkaard, consciente de que el equipo está bajo sospecha, puso una formación titular, incluido Ronaldinho, que debutó en la Copa. Pero a río revuelto, el triunfador fue Saviola, que en menos de una semana ha atrapado a Gudjohnsen (10 goles) en la tabla goleadora.

Nada hacía prever una noche así. El partido estaba programado para ser una fiesta y el club ayudó al vender cuatro entradas al precio de una para evitar la soledad del día del Badalona (se pasó de 13.000 a los 39.000 de ayer). El jolgorio estaba garantizado. Pero el Barça empezó tan al tran-tran que el Alavés, de forma premonitorio, fue el primero en crear peligro. Arropado por un griterío juvenil cada vez que tocaba el balón, Ronaldinho encendió la luz con un intento de chilena que le salió fatal y que intentó reparar con un robo de balón espectacular y con una asistencia de tacón. Con todo, propició el primer gol tras chutar una falta que Ardouin repelió malamente con los puños y Saviola empujó a la red -el Alavés reclamó mano- y luego cabeceó a la red un centro de Motta. La grada no tardó en corearlo.

El Barça se dedicó entonces a dormitar y el Alavés dio el golpe: en cuatro minutos, Wellington marcó de vaselina y Arthuro empató de falta. Dos minutos después, Gentile ganó la espalda a Oleguer y Jorquera salvó el tercero. Hubo pitos. Rijkaard retiró al inoperativo Ezquerro (también recibió una dura entrada) y dio entrada a Giuly. El partido iba en serio. La grada se animó pero se quedó de piedra cuando Márquez tropezó al igual que en Getafe ante Güiza y permitió que Wellington se fuera como una flecha hacia el área. Puyol evitó el tercero y Arthuro estuvo en un tris de marcar. El Barça chutó sólo dos veces más. Y uno de esos chuts fue el gol de Saviola, ganador en el pulso que mantiene con el club y el único que destaca en un equipo seco.

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