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Urbanismo salvaje

Dos promotores granadinos eran socios de Roca, según el juez

Javier Martín-Arroyo

Los promotores granadinos José Ávila Rojas y Carlos Sánchez, ambos en libertad bajo fianza tras ser imputados en la Operación Malaya, eran socios del supuesto cerebro de la red de corrupción de Marbella, Juan Antonio Roca. Así lo estima el juez instructor del caso, Miguel Ángel Torres, quien destaca la estrecha relación entre el ex asesor de Urbanismo y Ávila Rojas, que abonó al primero más de cinco millones de euros en comisiones ilegales. "Roca y Ávila Rojas en Marbella son uno, y lo que es de uno es de otro y viceversa en cuanto a sus negocios en común", explica con contundencia el magistrado.

"Juan Antonio Roca es socio de José Ávila Rojas. En virtud de su acuerdo que ha permanecido oculto hasta el día de hoy, los dos se dedican a desarrollar suelo que figure a nombre tanto de las sociedades de Ávila Rojas, Turraza y Haviland principalmente, o de las sociedades de Juan Antonio en las que él no aparece, como Condeor", detalla el juez en uno de sus autos. Ávila Rojas, que es uno de los principales constructores andaluces, fue acusado por los presuntos delitos contra la hacienda pública, cohecho y blanqueo de capitales, y tras su detención el pasado 1 de julio el juez decretó su puesta en libertad previo pago de una fianza de 500.000 euros.

Beneficio sin riesgo

El magistrado estima que el beneficio de ambos "está asegurado sin riesgo alguno, en tanto Roca actúa al propio tiempo como responsable del urbanismo y la persona que manda, y como empresario que puede hacer lo que tenga por conveniente en Marbella en cuanto a la construcción". "En Marbella Roca y Ávila Rojas son lo mismo, y como socios saben qué suelos deben comprar a bajo precio en la seguridad de poder desarrollarlos, bien a nombre de empresas de Ávila Rojas o de los testaferros de Roca, obteniendo las licencias en cualquier caso aunque sean ilegales, y repartiéndose las ganancias seguras", señala el juez.

El extenso auto de prisión del empresario relata el papel decisivo que éste jugó para que las operaciones urbanísticas de Roca en Marbella llegaran a buen puerto. Así, Roca exigió a Ávila Rojas el pago de 225.000 euros el año pasado para obtener la licencia de primera ocupación de la Hacienda Narváez Norte, así como 150.000 euros para una zona denominada supermanzana F en Nueva Andalucía. Pero estos dos pagos son sólo la punta del iceberg de una íntima relación profesional que llevó a Roca a recibir "más de cinco millones e innumerables pisos que le ha pagado el empresario", detalla el juez.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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