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Crónica:Fútbol | 12ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Luis César, destituido al tocar fondo el Nàstic

Claudi Pérez

Muy mala pinta tiene el Nàstic. A estas alturas de curso, aún no sabe lo que es ganar en casa. El Mallorca lo superó de cabo a rabo. Jugó más y mejor y metió tres goles que pudieron ser media docena si Tristán fuera algo parecido a aquel futbolista cuya clase deslumbró en el Deportivo y en la selección española. Luis César pagó con su destitución como técnico los platos rotos por el equipo tarraconense. Es el segundo en Primera que se va a la calle antes de tiempo. El primero fue José Mari Bakero, reemplazado en la Real Sociedad por Miguel Ángel Lotina. A él, de momento, le supliran Kiko Ramírez, su segundo, y Xavi Bartolo, el preparador físico.

Los baleares empezaron perdiendo, pero se llevaron el partido con merecimiento. Del otro bando, pocas noticias y casi todas malas. Le falta confianza al Nàstic, que ya es colista y, lo que es peor, no adivina cómo salir a flote. No combina, carece de verticalidad, apenas tiene jugadores desequilibrantes y se defiende regular tirando a mal. Ni siquiera se lleva un triste rebote, aunque los entendidos suelen aludir a la mala colocación para explicar este detalle.

NÀSTIC 2 - MALLORCA 3

Nàstic: Rubén; Cuéllar, Cáceres, García, Mingo; Campano, Buades, Generelo (Rubén, m. 61), Gil (Juan, m. 65); Pinilla (Manolo, m. 54) y Portillo. No utilizados: Bizzarri; Ruz, Matellán e Ismael.

Mallorca: Prats; Héctor (Dorado, m. 46), Ballesteros, Nunes, Navarro; Jankovic (Jordi, m. 66), Jonás, Pereyra, Ibagaza; Tristán (Arango, m. 81) y Víctor. No utilizados: Moyà; Tuni, Kome, Pereyra y Maxi.

Goles: 1-0. M. 39. Campano remata un centro de Gil. 1-1. M. 55. Jankovic marca desde fuera del área. 1-2. M. 62. Víctor roba el balón a David García y supera a Rubén. 2-2. M. 72. Rubén Castro aprovecha una falta botada por Campano. 2-3. M. 88. Arango, de falta directa.

Árbitro: Turienzo Álvarez. Amonestó a Pinilla, Rubén Castro, David García y Manolo.

12.500 espectadores en el Nou Estadi.

Definitivamente, el Nástic se parece poco al equipo que entusiasmó la pasada campaña en Tarragona. Si un equipo tiene poco talento suele suplirlo con arrojo. Pero ni por ésas. Se puso por delante en una de esas ironías del destino. Tuvo una ocasión en la primera parte y fue gol. No fue suficiente, claro, porque, sin hacer gran cosa, el Mallorca le pasó por encima. Fue netamente superior con Ibagaza imperial en el medio del campo. No es el más alto, ni el más fuerte, ni siquiera el que más corre, pero el ex rojiblanco se sacó de la chistera buenas jugadas, pases de gol y centros al área con muchísimo peligro.

Se repitió la historia de siempre. Quiso y no pudo el Nàstic. En la primera parte hizo bueno el tópico: aprovechó los regalos del Mallorca, que perdonó media docena de ocasiones, y metió un buen gol tras un desborde del brasileño Gil, el único capaz de encarar con garantías, que Campano sólo tuvo que empujar a la red. La hinchada se las prometía felices. Pero pintan bastos en Tarragona.

El Mallorca empató de inmediato y se puso por delante cinco minutos después. Aun así, pudo estrenarse Rubén Castro como goleador del Nàstic, pero la reacción se quedó ahí. Arango aprovechó una falta en el balcón del área para cerrar el marcador.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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