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Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones

Un toque de fútbol sala

Deco usa recursos del campo pequeño para superar la presión

Vuelve el Chelsea al Camp Nou y, presumiendo que habrá pelea en el medio campo, quien más, quien menos, busca a Deco. El portugués pasa por ser el referente en la línea medular en los partidos grandes. Le avalan 56 en la Liga de Campeones, incluidas dos finales ganadas, la primera con el Oporto y la segunda, el curso pasado, en París, con el Barça. Jugadores y técnicos reconocen en Deco una grandeza por encima de los muchos y diversos detalles de calidad que guarda en sus botas: "Siempre está, siempre la pide, siempre quiere la pelota. No se esconde". "Eso", matiza Txiki Begiristain, director deportivo del club, "tiene una lectura de doble prisma: si está fino, maravilla; si no, se le ven mucho sus fallos".

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Ni comedia ni tragedia

Indudable su capacidad para dejarse ver en los partidos, Deco ha combinado desde el inicio de año encuentros sensacionales, especialmente los dos de la Supercopa española y los primeros en la Liga, con algunos discretos, ante el Madrid o el Werder Bremen. Pero llega el Chelsea y otra vez se le espera por muchas razones, muy especialmente por su capacidad para superar la presión del rival más allá de su velocidad mental al ejecutar los pases.

En Deco se adivinan tics de jugador de fútbol sala. "Siempre la pisa. Eso es típico de quien ha practicado mucho esa variante", descubre Xavi. "Es cierto, los jugadores de fútbol sala usan la suela de la bota con la misma naturalidad que en el fútbol a once tiran del empeine o del interior del pie para golpear la pelota", explica Marc Colomer, entrenador de la sección de fútbol sala del Barça. Y le adivina más gestos: "Su capacidad para proteger el balón y el uso de la puntera para dar pases o tirar a puerta es clásico de nuestro deporte". Un fútbol sin espacios en el que Deco se siente cómodo.

"Hasta los 16 años dudé entre dedicarme al fútbol grande o seguir en el fútbol sala", explica el portugués, que reconoce: "Me muevo bien en espacios reducidos. Me acostumbré a pensar rápido y jugar más rápido aún". Buena receta para desarbolar al Chelsea. "Un ritmo alto de balón, eso es lo que necesitamos", concluye Deco, listo para liderar la faena.

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