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Entrevista:La reforma del Estatuto

"Ya no se nos podrá maltratar por el error del 28-F"

Luis Barbero

Pese al cansancio acumulado, Javier Arenas (Sevilla, 1957) apenas contiene su euforia. El acuerdo sobre el Estatuto le ha quitado un peso de encima que tiene mucho que ver con el pasado (poner fin al error del centro-derecha andaluz en el anterior proceso estatutario), pero también con un futuro que ahora ve con más optimismo.

Pregunta. Una cita de Mariano Rajoy en el Congreso: el Estatuto de Andalucía comparte "errores, inconstitucionalidad e insolidaridad" con el de Cataluña, además de ser una "aberración jurídica". ¿Qué ha pasado en estos cinco meses para que el PP pueda pactar ese Estatuto?

Respuesta. Que Rajoy llevaba más razón que un santo. Y que 150 artículos nos han traído un Estatuto completamente nuevo y constitucional de la A a la Z. El día que el PSOE presentó enmiendas modificando 87 artículos se abrió un nuevo escenario que ha permitido el acuerdo y que nos ha llevado a un texto que no se parece en nada al de Cataluña ni al que llegó del Parlamento andaluz.

"No asumimos el Manifiesto de Córdoba de 1919 en ninguno de sus extremos"
"He conversado con Amigo Vallejo sobre la redacción final de la enseñanza laica"

P. Muchos de los cambios han consistido en coletillas con alusiones a la Constitución y a la prevalencia de la legislación estatal. ¿Con eso se ha resuelto el problema?

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R. No, los cambios han afectado a todo el núcleo del Estatuto. No hay ni un título que no haya tenido enmiendas profundas. Todas las alusiones a la Constitución han convertido el texto en constitucional. Cualquier afán soberanista del texto de PSOE e IU ha desaparecido en el Congreso. El Estatuto se ha cambiado como un calcetín.

P. También dijo Rajoy que realidad nacional es sinónimo de nación, además de un cachondeo. ¿Ya no lo es?

R. Realidad nacional viene de nación y nacionalidad tiene el mismo origen etimológico, pero nosotros no podíamos aceptar una definición andaluza de realidad nacional. Si el PSOE no hubiera tenido la inteligencia de renunciar a la definición andaluza de realidad nacional, hoy no habría acuerdo. Y la fórmula final nos permite decir algo tan constitucional como que la única realidad nacional es España y que Andalucía es una nacionalidad en el marco indisoluble de España. Podemos decir que hoy en España, la cara es este Estatuto andaluz plenamente constitucional y la cruz es el Estatuto de Cataluña.

P. Es una lucha bizantina, pero usted sabe que la definición de Andalucía no era realidad nacional en el preámbulo, sino nacionalidad histórica en el artículo 1.

R. El preámbulo decía que la Constitución española reconoce a Andalucía como realidad nacional. Para nosotros eso era inconstitucional y falso. Todo lo que finalmente dice el Estatuto andaluz es cierto.

P. ¿Leyeron los ponentes el Manifiesto de Córdoba de 1919 que ha permitido introducir la alusión a la realidad nacional?

R. Conocemos todos los textos andalucistas de ese siglo. No hemos asumido sus contenidos en absoluto y por eso se ha quedado en una mera referencia histórica que le daba una salida al PSOE.

P. Al PSOE y a ustedes.

R. Para nosotros la salida era la unidad indisoluble de España.

P. En ese documento se habla de una Andalucía "separatista" del Estado y plantea la integración "libre" de la comunidad en los Estados Unidos de España.

R. No asumimos ese documento en ninguno de sus extremos. Es una mera referencia acerca de lo que algunos opinaban en aquel momento de la historia.

P. ¿Podrá ya explicar a su madre y a sus hijos qué es realidad nacional?

R. De hecho ya lo he hecho.

P. ¿Y qué les ha dicho?

R. Le he explicado a mi madre que la nación española se ha fortificado con este consenso y que la única realidad nacional es España y que hemos hecho una referencia histórica a lo que unos señores manifestaron en Córdoba en 1919. Mi madre me ha dicho: 'Creo que sigues siendo listo Javier'.

P. ¿Por qué no quisieron vincular realidad nacional con hechos más recientes como el referéndum de 1980?

R. En ningún momento se ha planteado ese debate como tal. En cualquier caso era imposible vincularlo. La referencia que tiene el 28-F es la Constitución y es posible por la Constitución.

P. Ha dicho que su partido se ha quitado la espinita del 28-F, pero más que una espinita parece que se ha quitado una losa.

R. El centro andaluz ha sido maltratado de forma injusta por un error que se cometió el 28-F. Algunos han negado la legitimidad del centro político por lo que hizo UCD y eso es injusto. Los que hacían eso ya no tendrán ese argumento para los próximos 25 o 50 años.

P. ¿Qué expectativas se le abre sin esa losa?

R. Nos acercamos a la posibilidad de gobernar en Andalucía y definitivamente nos consagramos como una alternancia cierta.

P. ¿Convencer a su partido de que realidad nacional tenía que estar en el Estatuto ha sido lo más difícil de su negociación interna?

R. No. Desde el principio no he movido ni una ceja sin hablar con Rajoy. Este acuerdo fortalece el discurso de Rajoy, que siempre ha dicho: reformas sí, pero con consenso y Constitución. He contado con la comprensión y apoyo de Rajoy.

P. ¿Ha encontrado esa comprensión en otros dirigentes como Eduardo Zaplana?

R. He encontrado comprensión en la mayoría de los dirigentes del PP con los que he hablado estas cuestiones, que han sido cerca de 200. Zaplana ha mantenido lo mismo que nosotros. Él ha dicho tres cosas: que ojalá hubiera acuerdo; que el acuerdo era difícil y que nosotros no podíamos aceptar definir a Andalucía como realidad nacional. Con Eduardo no tengo ningún problema de fondo y hemos mantenido básicamente las mismas posiciones.

P. ¿Los dirigentes territoriales del PP han cambiado la estrategia de su partido en las reformas estatutarias?

R. El discurso de los presidentes autonómicos del PP es que las reformas se pueden hacer siempre que sean a través del consenso y la Constitución. El impulsor de esta reforma es Chaves y lo que yo he hecho, cuando la reforma era imparable, es intentar que el Estatuto sea constitucional y de consenso.P. ¿Quién ha ganado con el acuerdo?

R. ¿Quién ha ganado? Esto viene muy bien a Andalucía. Le hemos evitado un problema a los andaluces. Hemos ganado los que hemos alcanzado el acuerdo. Sin el acuerdo perdíamos todos.

P. ¿Y quién ha cedido más?

R. Pshhhh. PSOE y PP sabíamos dónde estaban nuestros límites y que fuera de esos límites no había acuerdo.

P. ¿Conversó con el cardenal Carlos Amigo Vallejo sobre la redacción final del artículo de la enseñanza laica?

R. He tenido alguna conversación con Carlos Amigo sobre este tema. Además, hemos tenido contactos con la Iglesia y nos transmitió que con la fórmula final se mejoraba mucho el texto anterior. También hemos conversado con los padres de alumnos católicos y con el Foro de la Familia.

P. En sectores próximos al PP se percibe un cierto desconcierto con el pacto. Unos lo ven negativo y otros positivo. ¿Teme que esa confusión se traslade al electorado?

R. Yo en mi partido veo euforia.

P. No digo en su partido.

R. La inmensa mayoría de nuestro electorado entiende la posición que hemos adoptado. A veces no se cuenta la verdad. Si se dice que el PP ha aceptado que Andalucía es una realidad nacional, se está mintiendo con toda claridad. Puede haber cierta confusión, pero la inmensa mayoría sabe lo que hemos hecho.

P. Algunos le veían como un nuevo Manuel Clavero Arévalo.

R. El objetivo de Clavero fue convencer a UCD de que no hiciera lo que hizo. Si Clavero hubiera conseguido su objetivo nos hubiéramos evitado muchos problemas.

P. Si usted no hubiera conseguido su objetivo, ¿hubiera dado un portazo?

R. La diferencia con Clavero es que yo he tenido el apoyo pleno de Rajoy, mientras que a Clavero no le comprendió Adolfo Suárez.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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