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Reportaje:

Cuadros por ensamblaje

El pintor Luis Gordillo presenta en Bilbao obras de gran formato formadas por piezas verticales

El pintor Luis Gordillo (Sevilla, 1934) cuenta que los cinco cuadros de gran formato que presenta en la galería Colón XVI (Henao 10. Bilbao. Hasta el 13 de noviembre) representan años de trabajo. "He estado pintando con un formato de igual altura en cuadros con diferente ancho. He hecho una familia enorme y después he jugado a combinarlos", explica el artista. "El resultado son obras de gran formato, que salen del ensamblaje de cuadros verticales". Así han surgido los cinco cuadros de amplias dimensiones que componen la exposición, junto a piezas realizadas con técnica fotógrafica y una serie de obra sobre papel.

Gordillo, premio nacional de Artes Plásticas en 1981, contemporáneo de los informalistas, pionero del pop en España, y buscador de nuevos caminos entre figuración y abstracción, presume de mantener el mismo método de creación. "Es un trabajo enormemente libre, en cuanto a la aparición de las manchas", dice. "Luego tiene una digestión, muy lenta y muy controlada, para la elaboración en conjunto. Siempre he trabajado así: con aportaciones muy espontáneas y un control muy rígido".

El pintor repite una y otra vez que no quiere renunciar a nada. Trabaja con la pintura al óleo, pero también con series que parten de fotografías o de imágenes surgidas del ordenador. "Son obras con una temperatura muy distinta", reconoce. "No pretendo tener una línea un unilateral o un estilo personalizado, muy estricto. Quiero abrirme y seguir, a ser posible, todas las líneas".

Gordillo dice que fotografia constantemente los papeles y las fotos que llenan su estudio de Madrid. "Puede haber miles de esas imágenes. En el ordenador se puede hacer las maravillas que quieras, pero en algún momento hay que decidir qué es lo que se sacar de ahí", continúa.

El uso de los ordenadores y la fotografía digital han sido un camino sin rupturas en su carrera. "En los años 70 ya empleaba mucho la foto", recuerda. "La influencia del pop me hizo darme cuenta de la importancia de las imágenes de la prensa, de la publicidad. Y de la relación que podía tener con mi pintura. Empleé la cámara para transformar los cuadros o para hacer una disección del cuadro, y mediante collage lo pasaba a otro cuadro. Eran análisis de la elaboración de mi trabajo, en una época en la que todavía no se utilizaban los ordenadores, que quedaban en el estudio". Cuando la tecnología digital llegó a sus manos, el proceso de utilización de las nuevas formas de fotografía e impresión y los ordenadores entraron por una vía natural. "Ha sido lógico hacerlo. Yo no me he apuntado a la foto porque la foto estuviera de moda, sino que la he empleado siempre", concluye.

En la exposición se presenta una colección obras en las que la misma cabeza serigrafiada está rodeada de formas y colores diferentes, en lo que Gordillo llama "un cambio de atmósfera". La serie de serigrafías es el resultado de otra línea de trabajo. "El oficio de ser pintor te lleva a probar cosas distintas. Pero hay más ideas que tiempo disponible y algunas cosas hay que desecharlas", añade Gordillo. Quiere mostrar su obra, pero no vender todos los cuadros. "Necesito seguir viéndolos y poseer mi obra. Me gusta destriparlos, saber qué puedo hacer con ellos", confiesa.

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