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Reportaje:AIRE LIBRE

Comienza el espectáculo marismeño

Paseos y observatorios para descubrir la belleza de los Aiguamolls de l'Empordá

En la bahía de Roses, al noreste de Cataluña, dentro de la comarca del Alto Ampurdán, y entre las desembocaduras de los ríos gerundenses Muga y Fluviá, se sitúa una de las zonas naturales más emblemáticas de Cataluña, el parque natural de los Aiguamolls de l'Empordá.

La protección de este espacio, que costó grandes esfuerzos a grupos ecologistas y otros colectivos, culminó en los años ochenta, y desde entonces ha crecido el número de aves que acuden cada otoño a estos humedales. Varias decenas de miles de ejemplares se benefician de la bonanza de este enclave costero durante la época más inclemente del año. El espacio cuenta también con una reserva natural parcial para preservar a la nutria en un tramo del río Fluviá, y tres reservas integrales -la de Les Estanys, la de Les Llaunes y la isla de Caramany- como áreas de especial relevancia para la fauna y flora existentes.

VISITANTES DEL OTOÑO.

Todo este sistema de lagunas, marjales y arrozales está considerado como el pequeño Doñana catalán. Aquí se citan unas 336 especies distintas de aves, y 90 de ellas, entre las que destacan avetoros, avetorillos, cercetas carretonas, alcaudones chicos y calamones, nidifican además en la zona. Las primeras aves en migración llegan a los Aiguamolls en agosto, procedentes del norte de Europa, para descansar durante unos días y prepararse para continuar su rumbo hacia África. Entre estos ejemplares se encuentran agujas colinegras, zarapitos reales, archibebes y andarríos, que adelantan o retrasan su vuelta a los territorios de invernada dependiendo de cómo haya ido la temporada de cría, por lo que su afluencia a este descansadero catalán puede oscilar entre tres o cuatro semanas. En estos días de principios de otoño, el número de aves aumenta, entre las que continuarán camino y las que tienen como destino invernal este parque natural.

Algunas aves no han llegado por sus propios medios a repoblar este paisaje de carrizos, espadañas y tarajes: es el caso del calamón, el vistoso gallo azul llamado gall marí en el Ampurdán, reintroducido de la mano del hombre. A principios de los noventa, varias parejas de calamón procedentes de Doñana aterrizaron de esta forma en los Aiguamolls, y consiguieron la adaptación y crecimiento de su población. Otra de las especies emblemáticas del parque es el avetoro. El parque está embarcado en otros trabajos de recuperación y reintroducción, como el de la nutria en algunos tramos de los ríos Fluviá y Muga, la vaca marinera, el asno catalán y las ocas y gallinas ampurdanesas.

RUTAS A PIE.

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Los paseos ornitológicos por el interior del parque se hacen muy atractivos con la llegada en otoño de las aves viajeras, por la posibilidad de contemplar un gran número de especies que en otros momentos del año se hallan ausentes, como espátulas, águilas pescadoras y gaviotas de Audouin. El Estany de Europa, una laguna creada a partir del agua de la depuradora del complejo urbanístico Ampuria Brava, comienza a recibir los primeros bandos de flamencos que permanecerán aquí todo el invierno. Hasta esta laguna artificial, donde se han habilitado dos observatorios de fauna, se puede llegar a través de una pista de tierra que atraviesa tupidos campos de frutales. Pero ésta es sólo una posibilidad de salida ornitológica de las muchas que pueden hacerse en los Aiguamolls de l'Empordá, a través de unos cuidados y vegetados senderos bien surtidos de atalayas de observación.

CENTRO DE INFORMACIÓN.

El parque dispone de un centro de información, El Cortalet, en la carretera de Castelló d'Empúries a Sant Pere Pescador, donde se obtienen los permisos para realizar las visitas a las reservas. Desde este centro de recepción se inician varias rutas hacia la laguna litoral de la Massona, los arrozales del Matá, la playa de Can Comes, la reserva natural de les Llaunes y el Estany d'en Túries. Se puede realizar un itinerario circular por todos estos puntos de unos nueve kilómetros de recorrido, que pasa por varios observatorios y atalayas desde donde contemplar este excepcional espectáculo marismeño.

Cigüeñas blancas, garzas reales y garcetas, en uno de los aguazales del parque natural de los Aiguamolls de l'Empordá, en Girona. En primer plano, un gamo.
Cigüeñas blancas, garzas reales y garcetas, en uno de los aguazales del parque natural de los Aiguamolls de l'Empordá, en Girona. En primer plano, un gamo.PEDRO RETAMAR

GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar- Desde Girona se toma la AP-7 hasta Figueres. Desde aquí, la C-260 en dirección Roses hasta Castelló d'Empúries, para continuar por la carretera de Sant Pere Pescador hasta el desvío de El Cortalet.Información- Centro de información del parque natural El Cortalet (972 45 42 22). Carretera de Sant Pere Pescador, kilómetro 13,6. Castelló d'Empúries.- www.parcsdecatalunya.net.

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