_
_
_
_
_
Crónica:BALONCESTO | Campeonato del Mundo femenino
Crónica
Texto informativo con interpretación

España, cuartofinalista al ganar a Lituania

Grita. Manda. Decide. No hay nadie en la selección española femenina de baloncesto, quizás en ninguna del Mundial de Brasil, que influya tanto en el equipo como Amaya Valdemoro. España se jugó ayer, ante Lituania, el pase a los cuartos de final en el último encuentro del Grupo E. Era un partido al límite. Sin red. Una prueba para gente con nervios de acero. Valdemoro no falló. La madrileña aportó puntos (39), corazón, intensidad y rabia. Llevó a su conjunto en volandas. Y dio unos gritos que lo cambiaron todo: "¡No hay más partidos! ¡Es aquí y ahora!", espetó a sus compañeras en un tiempo muerto catártico, el que despertó a España y le llevó hasta la victoria. Mañana (00:30 horas), la selección, segunda de su grupo, jugará en los cuartos contra Rusia.

LITUANIA 55 - ESPAÑA 75

Lituania: Brazdeikyte (8), Streimikyte (7), Valentiene (11), Razmaite (15), Valuzyte -cinco inicial-, Ciudariene (10) y Bimbaite (4).

España: Aguilar (2), Palau (9), Valdemoro (39), Montañana (11), Montesdeoca -cinco inicial-, Marta Fernández (2), Pina, Isabel Sánchez, Domínguez, Seguí, Martínez (9) y Pascua (3).

Árbitros: Blauch (Estados Unidos), Leemann (Suiza) y Ethier (Canadá). Sin eliminadas.

Unos 1.000 espectadores en el pabellón Ibirapuera.

1º CUARTO

21-17

2º CUARTO

11-16

3º CUARTO

10-19

4º CUARTO

13-23

Hasta que Valdemoro llamó al orden España vivió inmersa en un problema de física. Se trataba de resolver la cuestión Razmayte. Y no era nada sencillo. El problema mezclaba los conceptos de volumen, espacio ocupado y velocidad de reacción. Razmayte, prácticamente inédita en el torneo, acribilló el aro español aprovechando el desconcierto que generaba la unión de su generosa talla con su sorprendente movilidad. La lituana, disfrazada de pívot, amartilló a España con tiros desde mediana distancia. Claro, lanzaba desde los laterales, que son tierra de nadie en la defensa. Cuando subió el nivel de su cobertura, España le cogió el pulso al partido.

La selección, sin embargo, no vivió con tranquilidad hasta el último cuarto. Lituania no es un rival cualquiera. Es un cuadro con tiro, centímetros para intimidar y peso para dominar las zonas. Si acaso, le falta tensión competitiva. Justo lo que le sobra a España, conjunto en el que Valdemoro se encarga del ataque y la moral de la tropa. Ayer, contra Lituania fue la máxima anotadora (39 puntos), reboteadora (6) y asistente (4). En la defensa robó e intimidó. Estuvo inmensa. Agresiva. Todos los equipos tienen un líder. Pocos transmiten tanta adrenalina, tanto nervio y afán competitivo como ella. España venció. Lituania perdió. Normal: no tenía a Valdemoro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_