Un espectacular incendio arrasa una empresa de desguace de Amorebieta
Los técnicos llegaron a plantearse cortar la A-8 ante el denso humo
Diez dotaciones de los bomberos vizcaínos continuaban a la caída de la tarde de ayer trabajando en la extinción definitiva del espectacular incendio declarado sobre las siete de la mañana en la empresa de desguace y reciclaje de coches Fragnor, en Amorebieta, que no quedó controlado hasta casi siete horas después. Las llamas arrasaron la planta, aunque no hubo que lamentar daños personales. La cercanía de la A-8 hizo temer que hubiese que cortar la circulación si la humareda dificultaba la visibilidad, lo que al final no fue preciso.
La total extinción del fuego no se logrará hasta pasados unos días debido a la virulencia que alcanzó, como señaló ayer Elena Moreno, técnica del Departamento de Interior. No se descarta ninguna causa del siniestro, "ni siquiera que sea provocado" o que fuese originado por algún cohete procedentes de unas fiestas cercanas, apuntó Moreno.
El incendio destrozó las instalaciones de la empresa Fragnor SL, sita en el barrio Erkoles de la mencionada localidad vizcaína. La compañía se dedica a la gestión y el tratamiento de vehículos fuera de uso mediante el proceso de fragmentación. La empresa pertenece al grupo Trabede, con sede en Barcelona.
Además de las 10 unidades de bomberos que trabajaron en la extinción de las llamas, al lugar se desplazaron técnicos de Atención de Emergencias, de Medio Ambiente y de Salud Pública, y varias unidades de la Ertzaintza.
La enorme columna de humo que se originó hizo que los servicios de emergencia evaluasen la posibilidad de cortar parcialmente la autopista A-8, que discurre muy próxima a la empresa afectada, aunque finalmente no fue necesario interrumpir la circulación. Sin embargo, y como precisó la técnica de Interior, la A-8 se cortaría "si se levantase viento" que dificultase la visión de los conductores. El viento, además, podría provocar "una nube tóxica". "Los productos con los que trabaja la empresa, gomas, disolventes o aceites industriales, son altamente tóxicos", precisó Moreno.
Vientos favorables
Fue el propio vigilante de la chatarrería quien dio la primera señal de alarma e, inmediatamente, se puso en funcionamiento un dispositivo "importante" de bomberos procedentes de tres parques de la Diputación vizcaína, aseguró Moreno. Inicialmente se intentó que el fuego no se extendiese y controlarlo en su origen, "pero era de gran virulencia y ha sido imposible", aunque se consiguió que quedase limitado a las instalaciones de la empresa afectada, agregó. Al parecer, Fragnor sufrió en 1991 un incendio de características similares.
La mayor preocupación de los servicios de emergencia desplazados a la zona era que el humo pudiese llegar hasta el núcleo de población más cercano, el barrio de Euba, pero las condiciones meteorológicas, con vientos flojos de componente oeste-noroeste, permitieron que el humo se dispersase en altura y no llegase a poblaciones habitadas. También se trabajó para evitar que las aguas de la extinción y los arrastres de material quemado pudiesen contaminar el río Ibaizabal, que fluye cerca del lugar del siniestro.
