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Reportaje:

El laboratorio del litoral

Un equipo de biólogos vigila todo el año la calidad del agua y la arena de los 5,3 kilómetros de playa de Benidorm

Jorge Albero siempre está rodeado de probetas, tubos de ensayo y gráficos de los análisis. Aunque lo parezca, no está en ningún centro de investigación, sino a escasos metros de las espléndidas playas de Benidorm, en el laboratorio municipal desde el que se controla que agua y arena reúnan las condiciones óptimas para que las 80.000 personas que las visitan cada día en temporada alta disfruten sin ningún temor. Albero es un Albert Einstein metido en su escondite que apenas tiene tiempo para descansar. "A veces me sorprendo cuando observo los resultados que dan los análisis. Con los datos en la mano, la verdad es que no se puede ir a mejor. Son excelentes", señala. Desde que a mediados de los ochenta se iniciaran los controles, los resultados han sido siempre los mismos, a pesar del desarrollo turístico y urbanístico. Benidorm acoge hoy a más de la mitad de los turistas de la Comunidad Valenciana, lo que representa unos cinco millones de visitantes.

Las instalaciones que albergan el laboratorio de Benidorm se inauguraron hace sólo tres años y reúnen todos los elementos necesarios para el control de calidad exigido por la normativa comunitaria y la Consejería de Medio Ambiente. Albero quiere ampliar y mejorar la sala e incrementar su equipo de expertos en microbiología. "Lo cierto es que es todo un lujo para una ciudad como Benidorm, con menos de 70.000 habitantes empadronados, contar con estas instalaciones, sólo superadas por las existentes en grandes capitales como Barcelona", proclama con orgullo la concejal de Sanidad, Ángela Barceló.

Benidorm cuenta con tres playas, dos calas y una isla "abiertas todo el año", porque los servicios que se prestan en esta zona no paran en invierno. Sólo en febrero se retiran las hamacas y el mobiliario para tratar con profundidad la arena y regenerarla.

El laboratorio tampoco cierra nunca. Todas las semanas realiza sus comprobaciones en nueve puntos elegidos estratégicamente. Analizan los coniformes totales, coniformes fecales y estreptococos fecales. También el PH, el oxígeno disuelto y la temperatura. "Puede que en algún momento hayamos detectado que en un lugar concreto se sobrepasa el nivel, pero se repite la prueba y sale bien. No podemos comprobar si alguien acaba de orinar en el mar. ¡Es tan anecdótico!", exclama.

Los parámetros del agua están regulados por las instancias comunitarias y autonómicas, aunque en las playas de Benidorm se peca por exceso: "Mientras la normativa europea pide análisis bimensuales, nosotros los hacemos aquí todas las semanas. Lo triste es que para poder obtener el resultado de los cultivos hay que esperar 24 horas".

Lo que no está regulado es la calidad de la arena. "Normalmente se habla de su imagen externa, la textura o las características de la piedra. Nosotros iniciamos en los noventa los análisis sobre coliformes y hongos, y tuvimos que establecer los parámetros normales basándonos en los datos que obteníamos, porque no existen datos de otras zonas", explica Moisés Pellicer, técnico municipal de Medio Ambiente.

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El departamento de playas ha pedido recientemente al laboratorio que analice también los hongos de los lavapiés.

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