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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Puñalada con sonrisa

Mentir. Traicionar. Y hacer amigos. Buen plan para el verano. Y si además dispones de un helicóptero, una lancha fuera borda y un todoterreno, tanto mejor. Sobre todo si los necesitas para superar unas pruebas físicas, mentales y psicológicas sumamente complicadas bajo el sol asfixiante de las tierras andaluzas, a la vez que trabajar en equipo e intrigar para que tus compañeros sospechen unos de otros, se acusen, se eliminen, y quedes tú solo como vencedor y te lleves el dinero alcanzado con el esfuerzo (y pese a las zancadillas) de los demás.

¡Y nosotros, de vacaciones!

El traidor, nuevo concurso semanal de Cuatro, exige mucho esfuerzo. Y estar alerta en muchos frentes. Los once participantes (diez + el traidor-topo) que debutaron el miércoles afrontaron los retos con relativo buen ánimo. Excepto uno, el que al final fue el primer expulsado por sus compañeros. Carlos, un monitor deportivo, ponía mala cara. Era un poco hosco. ¿Fue él quien dijo eso de que "yo no he venido aquí a hacer amigos, sino a concursar y ganar"? No gustó. Una cosa es traicionar y otra cortar el rollo.

Los que esperaban una versión al aire libre de El método Grönholm -la obra de teatro, la película- habrán tenido que cambiar sus esquemas. Hay un topo, sí. Pero hay que ser muy topo para mantener el tipo, simular y poner en práctica una estrategia para que fallen las pruebas sin delatarte mientras te tiran de un helicóptero, te secuestran, te dejan en la celda de una aislada fortificación en ruinas o tienes que descifrar el número pin de una tarjeta a partir del número de pie y el signo de una colega, montar en bici a 40 grados, y cosas así. Todo contrarreloj.

Tan sólo enumerarlo superficialmente resulta agotador. Quizá por eso este programa de acción y sospecha se convierta en una buena opción para el ocio estival. Con frecuencia, superar un año de oficina o de estudios viene a ser algo parecido. Merecemos un descanso. Ahora, que sufran ellos.

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