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Mas reitera que no pactará con el PP, mientras que Duran se muestra abierto a colaborar "con el adversario"

Miquel Noguer

Dos años y medio después de perder el Gobierno de la Generalitat y de ver interrumpido su pacto con el PP en el Parlamento catalán, el presidente de Convergència i Unió, Artur Mas, admitió ayer que la relación de su partido con el PP entre 1999 y 2003 fue un "acuerdo estable" y no una simple sucesión de pactos concretos, tal como defendieron en aquella época todos los dirigentes de CiU. Este cambio de denominación de la forma de colaboración le permitió a Mas decir que "la nueva Convergència i Unió" no suscribe al 100% todo el trabajo realizado durante los 23 años de pujolismo y que la situación de pacto con el PP no tiene visos de repetirse después de las autonómicas de otoño.

Es más, el presidente de CiU prometió solemnemente que no será elegido jefe del Ejecutivo catalán con los votos del PP:

"Si alguien se quiere hacer un haraquiri político ha de pactar con el PP, y eso no lo queremos", señaló Mas durante un desayuno con empresarios celebrado en Barcelona en el que afirmó que un acuerdo entre CiU y el PP "no se repetirá en los cuatro próximos años".

Hace unas semanas, Mas había afirmado que la colaboración entre ambos partidos sería imposible durante "una generación entera", frase que ayer matizó asegurando que todo depende de que el PP cambie su actitud hacia Cataluña, algo que considera improbable en los próximos meses. El líder de CiU recordaba que el partido que preside Mariano Rajoy ha utilizado a Cataluña "de forma partidista y mezquina" para satisfacer sus intereses electorales. Mas también pidió a los empresarios que no hagan caso de quienes ven en un pacto entre CiU y el PSC la salida a los problemas de Cataluña.

Pero mientras Artur Mas se mostraba así de tajante en cuanto a su política de pactos y presentaba a CiU como la única alternativa al tripartito, la página web de Unió Democràtica (UDC) veía aparecer un artículo con un mensaje sensiblemente diferente. El autor no era otro que el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, quien, en su carta semanal dirigida a la militancia, defendió que el suyo es un partido "capaz de pactar con el adversario sin que le tiemblen las piernas, a causa de la fortaleza de sus fundamentos".

Aunque en ningún momento se refería explícitamente al Partido Popular, en la carta Duran animaba a sus seguidores a "reforzar el perfil ideológico de Unió, y para hacerlo hemos de conocer a fondo lo que somos, nuestros orígenes, recuperar permanentemente nuestra propia memoria histórica". Y continuaba: "Si lo hacemos así, nos daremos cuenta de que UDC es un partido con una profunda carga ideológica, capaz de adaptar sus principios a los retos actuales, capaz de pactar con el adversario sin que le tiemblen las piernas, a causa de la fortaleza de sus fundamentos".

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Estos fundamentos se basan, en opinión de Duran, en algo más que el nacionalismo. "Nosotros no somos sólo un partido nacionalista", ya que "el nacionalismo no es ninguna ideología".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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