_
_
_
_
_
Dimisiones en el gigante aeronáutico europeo

Los accionistas presionaron para un inmediato relevo

Sin querer pedir explícitamente que rueden cabezas, el presidente de DaimlerChrysler, Dieter Zetsche, añadió el miércoles pasado con diplomacia unos grados de presión sobre la silla de Noël Forgeard. "Tiene que haber cambios", declaró Zetsche al Wall Street Journal. Para no entorpecer más la salida de la crisis, el presidente del primer accionista de EADS no quiso aclarar si pedía cambios en la doble cúpula de la compañía aeronáutica, pero amenazó con hacer pública su postura si no se llegaba pronto a una solución.

No hizo falta. Al día siguiente el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung se ocupó de airear la posición alemana con claras palabras: "DaimlerChrysler trabaja masivamente hacia la dimisión de Noël Forgeard y está dispuesta a aceptar una nueva dirección sin Gustav Humbert como presidente de Airbus". "Los alemanes quieren que se vaya lo antes posible", citaba la semana pasada el portal de noticias Spiegel Online a una persona cercana al partido UMP francés.

Con un 22,5% del capital, Daimler es el mayor accionista de EADS, por delante del Estado francés, que tiene un 15% y del grupo de medios galo Lagardère, con un 15% (venderá un 7,5% de aquí a 2009). Les sigue la española SEPI, con el 5,5%.

Sumadas, las dos participaciones francesas vienen a igualar la parte alemana, y esta paridad se refleja en la presidencia bicéfala de la empresa.

Pero el equilibrio dista de ser perfecto. Ya el año pasado el nombramiento de Forgeard y su homólogo alemán, Thomas Enders, puso de manifiesto la rivalidad entre las partes. Sobre todo es el Estado francés el que lucha por aumentar su influencia dentro de EADS.

El diario Süddeutsche Zeitung lo describía el sábado con una elocuente metáfora: "El tango de la crisis de EADS del ministro de Economía francés, Thierry Breton, va así: dos pasos adelante, uno hacia atrás, luego otros dos adelante, y siempre sonriendo".

La canciller Angela Merkel, que se distingue por mantenerse siempre al margen de los asuntos entre empresas privadas, no ha podido resistirse a meter baza en esta ocasión. Según asegura ayer el semanario Der Spiegel, no sólo ella, sino también el presidente francés, Jacques Chirac, se involucraron desde el comienzo en el asunto, algo que sus asesores no confirman.

Los dos mandatarios tendrán hoy ocasión de comentar el relevo en EADS cuando se encuentren en Weimar (Alemania), donde se reunirán con el presidente polaco, Lech Kaczynski.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_