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Reportaje:

Los caballos también quieren sombra

Los cocheros de Sevilla exigen mejores condiciones para afrontar el calor

Carlos Lorente refrescaba ayer por la tarde a su caballo echándole agua en el lomo con un trapo. Eran las cinco y la escena ocurría a los pies de la Giralda de Sevilla. El animal resoplaba al sol porque su dueño debía guardar la poca sombra que proyectaba un naranjo para los asientos, donde, en caso de que hubiera negocio, debían sentarse los turistas. El termómetro a esa hora marcaba 33 grados. Los cocheros de la capital andaluza y Los Verdes han convocado tres manifestaciones esta semana para exigir, entre otras cosas, "el derecho a la sombra" de los animales en estos meses de verano. La primera de las manifestaciones está convocada esta mañana. El miércoles y el viernes volverán a movilizarse.

"Quieren mucho transporte ecológico y a nosotros no nos dejan respirar", afirma un cochero

"Necesitamos sombras, más estacionamientos, utensilios de limpieza y bocas de riego para darle de beber a los animales", reclama Milagros López, presidenta de la Asociación de Cocheros de Sevilla y la única empleada en el sector.

El Ayuntamiento ha eliminado la mitad de las paradas de caballos que había en la ciudad por las obras para la peatonalización de calles. Así que 98 cocheros deben repartirse en cuatro estacionamientos.

"Nos han quitado la sombra y el negocio", se quejaba Manolo Sánchez, que lleva más de 40 años en el gremio. Los cocheros repiten que antes hacían tres o cuatro recorridos diarios por los lugares históricos de la ciudad y hoy en día están haciendo uno o dos. "Si en una parada hay 15 coches esperando para cargar, sólo podemos hacer un viaje o dos. Y eso estando en la calle desde las diez de la mañana hasta las doce de la noche", contaba Alfonso Rodríguez. Han perdido hasta un 40% de ganancias, según repiten unos y otros.

Cinco cocheros desafiaban ayer al gobierno municipal y se agrupaban a la sombra de las velas junto a la sede del Ayuntamiento, "temiendo" que llegue la policía y les multe. "Antes nos movíamos unos metros de nuestro sitio, íbamos buscando la sombra y los policías nos dejaban tranquilos", se queja un cochero mientras exhibe una multa de 96 euros que le ha puesto un agente por circular con su caballo por zona peatonal. Otros tres cocheros se refugian ilegalmente a la sombra de unos cuantos naranjos en una esquina del Archivo de Indias. "Nos arrinconan como a cabras y les da igual el sol o la sombra o los 40 grados", dice Antonio López tras cuatro horas sin cargar y esperando en un lugar prohibido.

La de hoy es la tercera manifestación que organizan los cocheros sevillanos en el último mes y medio. "Quieren mucho transporte ecológico y a nosotros no nos dejan respirar", manifiesta Milagros López. Éste es el argumento del apoyo ecologista. "Son un transporte ecológico y forman parte de la movilidad sostenible, necesaria para el centro histórico de Sevilla y para el sector turístico", dicen Los Verdes en un comunicado.

El Ayuntamiento está negociando, pero los cocheros reclaman una solución urgente. "Lleva [el Ayuntamiento] meses estudiando. Siempre estudiando y, mientras, los caballos al sol para que les dé un dolor y se nos mueran", cuenta un cochero que se negó a dar su nombre y que también lamenta que ni les faciliten utensilios de limpieza ni les coloquen contenedores para tirar el estiércol de los animales.

El Ayuntamiento afirma que ya hay un principio de acuerdo sobre estos aspectos, que no se suprimen paradas y que el conflicto es por las "reticencias de los cocheros a cambiar de hábitos ante la peatonalización de calles".

Un coche de caballos hace ayer un alto en el sevillano parque de María Luisa.
Un coche de caballos hace ayer un alto en el sevillano parque de María Luisa.PABLO JULIÁ

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