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El Ayuntamiento de Bilbao obligará a Zabalgarbi a comunicar cualquier incidente

La incineradora, en funcionamiento desde hace dos años, ha tenido varios problemas

El Ayuntamiento de Bilbao obligará a Zabalgarbi, la promotora de la única incineradora de basuras en funcionamiento en Euskadi, a comunicarle cualquier incidencia en la planta, que quema desechos desde hace más de dos años. El área de Urbanismo y Zabalgarbi ultiman la elaboración de un protocolo de comunicación de incidentes, impulsado por el consistorio tras pequeñas explosiones y fallos en el funcionamiento de la planta. Ekologistak Martxan critica el "oscurantismo" de Zabalgarbi, que ha desistido de organizar una inauguración oficial.

La planta, que ha supuesto una inversión de 154 millones de euros, tuvo problemas en el verano de 2004 al no lograr enganchar en la red eléctrica la energía que generaba y hubo dos pequeñas explosiones al realizar esta tarea. Trabajadores de la instalación señalaron entonces que no se producía la energía eléctrica prevista y aludieron a multitud de problemas, lo que fue negado por la empresa. En diciembre la compañía admitió la existencia de una grave avería en la turbina de vapor, la pieza clave del sistema junto a otra de gas, que estuvo parada durante un mes y redujo la producción energética a la mitad.

El Ayuntamiento de Bilbao, que dio la licencia de apertura en noviembre de 2005 -19 meses después de que la planta empezara a incinerar- no se enteró de manera directa de varios de estos incidentes, por lo que decidió que era necesario un protocolo de actuación.

Protocolo

El área de Urbanismo elaboró un informe para requerir formalmente a Zabalgarbi pero finalmente, de común acuerdo, se formalizará un protocolo de comunicación de incidentes. "No es un mecanismo habitual y está al margen de los planes de vigilancia ambiental y el control de las emisiones. Servirá para comunicar cuestiones como las paradas de la planta o incidencias de protección civil", explicaron fuentes municipales. Urbanismo y Zabalgarbi están definiendo los contenidos del protocolo, que se espera esté en marcha en los próximos meses.

La plataforma Ekologistak Martxan envió la pasada semana un escrito a la Diputación de Vizcaya, al Gobierno vasco y al Ayuntamiento de Bilbao en el que pide datos sobre la evolución de la calidad del aire, suelo, vegetación y agua de la zona en que se ubica tanto antes de la puesta en marcha de la planta como actualmente. Esta información aparecía en la declaración de impacto ambiental. "De esto no se ha informado, ni nos han dado el estudio epidemiológico, que era otra exigencia", asegura un portavoz del principal grupo ecologista vasco.

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Ekologistak Martxan denuncia la "gestión oscurantista" de una empresa que "tiene el 45% del capital público". Los ecologistas manifiestan su extrañeza de que no se haya realizado ninguna inauguración oficial, pese a que funciona a pleno rendimiento desde hace casi dos años.

La Diputación, que posee el 20% del capital, ha anunciado varias veces desde 2004 la inauguración hasta que en marzo pasado el diputado de Medio Ambiente afirmó que probablemente se demorará hasta la puesta en marcha de una segunda línea de incineración, que depende de la entrada del municipio de Bilbao en el sistema y no tiene ningún plazo. La empresa organizó hace casi dos años, en julio de 2004, la última visita a la planta con la prensa. Los últimos datos conocidos son que el pasado año quemó 189.000 toneladas de basuras y permitió reducir el vertido de un 70% a un 40%.

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