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ÁREA TÉCNICA | Alemania 2006 | España desata la pasión
Columna
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¿Una cuestión de estilo?

A la selección española siempre se le ha achacado que cuando ha disputado una gran competición no sabía a qué jugaba. Era una opinión absolutamente extendida. España se disponía a disputar el Mundial pero no sabía cómo. Y el cómo es muy importante. Argentina juega a esconder el balón, Inglaterra a arrollar, Alemania como una apisonadora, Holanda con extremos y fútbol total, Italia defendiendo y contraatacando, Brasil con espectáculo (lo seguimos esperando). Todas estas selecciones tienen una seña de identidad y sobre todo han tenido éxito.

Dos partidos jugados en Alemania y parece que España ya sabe a qué juega. Han bastado dos resultados contundentes para convencer al personal de que la selección dispone de jugadores y estilo suficientes para hacer un Mundial de los que se recuerdan.

La cuestión es si este descubrimiento repentino del juego perdido responde a la realidad o se trata simplemente de sobredimensionar un resultado. ¿Con partidos similares si España gana 1-0 contra Ucrania y empata contra Túnez se hubiera desatado esta locura?

Lo mejor, dicen, es que España juega bien. Durante el primer tiempo del partido contra Túnez la selección controló el juego absolutamente, tuvo en Xabi Alonso quizá una de las mejores actuaciones que ha tenido un medio centro en este Mundial, botó ocho córners, y sin embargo iba perdiendo. Algunos cronistas ya empezaban a dramatizar, "Ucrania era una banda", "Hacemos un buen partido y ya pensamos que vamos a ganar el Mundial", etcétera. La perseverancia de los jugadores dio la vuelta al partido y la opinión del personal cambió radicalmente. "Sí, podemos ganar el Mundial", "¿Quién juega mejor que España?"

La pregunta es: ¿de verdad creen que el resultado no tiene nada que ver y sólo es una cuestión de estilo? Porque si así fuera y la mayor necesidad de España en este Mundial fuera encontrar un rumbo a su existencia, lo correcto por parte de la prensa, afición, etc. sería apoyar sin fisuras una apuesta por encima del marcador. ¿Alguien cree que realmente es así? Las apuestas hay que hacerlas antes de jugar. Las apuestas posteriores siempre son ganadoras, pero de mentira.

La otra pregunta es: ¿de verdad creen que los jugadores de la selección ahora sí saben a lo que juegan y antes no lo sabían? ¿Ha cambiado la forma de jugar de Xavi durante el último mes?, ¿durante los últimos años? ¿Y la de Xabi Alonso? ¿Quizá la de Puyol?

Posiblemente, éste sea el mejor momento para reflexionar y echar la vista un poco atrás ahora que todo va sobre ruedas. Es fácil decir que el equipo ha cambiado por una exigencia popular. Por aquí somos muy dados a pensar que nuestro ombligo mueve el mundo y todo se consigue a partir de nosotros. La rendición incondicional al juego de la selección de los últimos días contrasta con situaciones difíciles no tan lejanas y sobredimensionadas pero en sentido contrario.

Sería conveniente no gastar todas las balas en estos momentos de celebración masiva y guardar alguna para cuando la selección caiga eliminada y haya que alabar su estilo. Ése será el momento adecuado para las muestras de admiración y el reconocimiento. Eso si la eliminan.

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