La juez reclama 390.000 euros a los tres acusados de herir gravemente a un guardia urbano
El auto de procesamiento dictado por el Juzgado de Instrucción número 18 de Barcelona contra los tres jóvenes acusados de dejar en estado vegetativo persistente a un guardia urbano les reclama una fianza de responsabilidad penal de 390.000 euros. La magistrada Carmen García-Martínez considera que, teniendo en cuenta el resultado lesivo causado al policía, los acusados tienen que abonar la cantidad de 300.000 euros, a los que hay que añadir otros 90.000 euros "en previsión de los certeros gastos que tendrá que afrontar su familia para su cuidado".
La fianza penal se fija durante la investigación judicial para asegurar las responsabilidades económicas derivadas del supuesto delito. En este caso, los cargos que pesan sobre Rodrigo Lanza, Álex Cisternas y Juan Pintos son atentado contra la autoridad y lesiones. La juez ordena que para cubrir esa fianza se embarguen los bienes de los jóvenes y, si procede, se declare su insolvencia.
Los tres jóvenes permanecen en prisión preventiva desde que ocurrieron los hechos, el pasado 4 de febrero, durante el desalojo de una casa situada en el número 55 de la calle de Sant Pere més Baix. Por esos sucesos también fueron detenidos otros seis jóvenes que permanecen en libertad y a los que la juez reclama otra fianza total de 4.000 euros por las supuestas lesiones causadas a otros tres guardias urbanos.
La defensa de dos de los encarcelados ya ha anunciado que recurrirá contra el auto de procesamiento al considerar que no existen pruebas que inculpen a sus clientes. El letrado también adelantó que solicitará la libertad de los jóvenes, una medida que en su día ya fue denegada por la juez instructora y posteriormente por la Audiencia de Barcelona. En su última resolución del pasado día 8 la juez razona que mantiene en la cárcel a los tres jóvenes ante el riesgo de fuga si quedan en libertad, por la elevada condena que se les pudiera imponer a causa de los delitos de los que se les acusa y para asegurar su presencia en el juicio, que posiblemente no tardará en celebrarse.
