_
_
_
_

Asociaciones de inmigrantes piden un centro de atención estable

Los impulsores del centro de Russafa anuncian movilizaciones

Responsables de las entidades que trabajan con los inmigrantes alojados en un albergue improvisado en el barrio de Russafa de Valencia pidieron ayer a la Administración que habilite un centro permanente para albergar a los extranjeros sin techo de Valencia. Además, anunciaron movilizaciones y reclamaron ayudas para mantener su espacio en funcionamiento, ya que sólo tienen fondos hasta agosto.

La casa de acogida de inmigrantes subsaharianos Baobab está en el antiguo ateneo de Russafa. Con el dinero recogido en un concierto el mes de enero, la entidad impulsora de la iniciativa, Musiclini-k, alquiló el desvencijado local para alojar a los inmigrantes que pernoctaban habitualmente en el cauce del río Turia, bajo el puente de Ademuz. En la actuación se recogieron 9.350 euros que se destinaron a pagar los 1.500 euros al mes que cuesta el local. Probablemente se consigan 1.500 euros más gracias a un proyecto en el que colabora un profesor de la escuela de Bellas Artes de Valencia, por lo que hay fondos hasta agosto.

Los gestores del centro reclamaron ayer más dinero para mantener las puertas de Baobab abiertas. "En estos meses se han alojado en el centro unas 300 personas", comentaba ayer Patricia Zaragozí. Pero además, solicitaron a la Administración la puesta en marcha de un centro de carácter estable que permita alojar a estas personas en mejores condiciones y sin la provisionalidad actual. Chema Toribio, de Psicólogos sin Fronteras, indicó que las plazas de los albergues municipales se pueden ocupar un mínimo de tres días y un máximo de dos semanas, según el tipo de centro, por lo que "no constituyen un sistema de integración para los inmigrantes, sino una vía de acogerles unos días".

Para ello han convocado movilizaciones durante todo el mes de junio, una concentración el día 30 y una manifestación en julio. "Es necesario que la gente sepa las condiciones en las que están estas personas y que dejen de ser invisibles", comentó Toribio.

Además, Zaragozí destacó los problemas que tienen los inmigrantes que pueden trabajar y tienen dinero para alquilar un local. "Ha de dejarse de lado el miedo que tienen muchas personas" para alquilar un piso a los extranjeros, reclamó.

Las entidades que gestionan el local de Russafa solicitaron recientemente su integración a la Mesa d'Entitats de Solidaritat amb els Inmigrants, la plataforma que engloba a las asociaciones que trabajan con extranjeros. Fuentes del Foro Alternativo de la Inmigración, que engloba a buena parte de las asociaciones de inmigrantes, insistieron ayer en la idea de reclamar la puesta en marcha de un centro impulsado por la Administración y abandonar otras medidas voluntaristas que esconden la responsabilidad del Consell en la atención a los inmigrantes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_