"Una cámara de Comercio ha de ser políticamente neutral"
Un libro de casi 900 páginas recoge la tesis doctoral de José María Gorordo (Plentzia, 1947), actual consejero del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, sobre las cámaras de Comercio, Industria y Navegación, que mereció en la Facultad de Derecho de la UPV un sobresaliente cum laude. Ex director general de EITB, ex alcalde de Bilbao y ex líder del partido Iniciativa Ciudadana Vasca, dedicó más de 15 años de su vida profesional a la Cámara de Comercio de Bilbao. Gorordo presentó ayer en Madrid la publicación, que escribió porque "las cámaras eran unas desconocidas y necesitaban una reivindicación".
Pregunta. ¿Para qué sirve una cámara de Comercio?
Respuesta. Es, fundamentalmente, una red. Hay 10.000 cámaras en todo el mundo. Es una red de contactos, de internacionalización de las empresas. Tiene que dar servicios, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas y participar en las grandes infraestructuras.
"Los intereses de la patronal y las cámaras de Comercio son diferentes"
"La visión de las cámaras debe estar presente en las grandes infraestructuras"
En nuestro modelo, en las cámaras están todas las empresas y por eso su voz es equilibrada y debe ser políticamente neutral.
P. Pero no es así. La política tiene presencia en las cámaras.
R. Puede ser. En definitiva, es un error. La neutralidad política es fundamental, porque permite ocuparse de sus auténticas cuestiones, las económicas.
P. ¿Qué significa neutralidad política, poner al frente de las cámaras a independientes?
R. Bueno, en las cámaras están las empresas. Luego, las empresas nombran un representante. Es un matiz importante. La sociedad debe exigir a las cámaras la neutralidad política, porque son órganos entre la Administración publica y las empresas. Funcionan democráticamente. Es la autoadministración: la administración de los propios administrados. El Estado lo permite porque son eficaces, pero no es correcto que se politice, porque así no cumple con sus funciones. Tienen que estar cerca de la Administración, pero también ser críticas.
P. ¿Cree que ocurre ahora?
R. No juzgo lo que ocurre ahora. Recuerdo mis experiencias como director de la cámara. Eramos muy fuertes. Probablemente no se hizo una ley de Cámaras del País Vasco, entre otras cosas, porque en aquel momento la de Bilbao atacaba fuerte, con independencia de criterio.
P. Pero usted entonces era militante del PNV. ¿Nunca le llamaron de Sabin Etxea?
R. No, 0%. Tuvimos algún conflicto, como cuando defendimos el aeropuerto de Sondika, pero le garantizo que no.
P. Las patronales defendieron en algún tiempo la desaparición de las cámaras. ¿Está definido el espacio de cada una?
R. No, no está bien definido. Son dos organizaciones completamente diferentes. Hay sectores de la doctrina que les pretenden identificar. A mí me parece una barbaridad. La asociación empresarial tiene que defender las cuestiones de interés particular. Las cámaras de Comercio tienen otras funciones de interés general.
P. ¿Cuál es su futuro?
R. Las cámaras tienen la legitimación jurídico-formal, pero tienen que mantener permanentemente la legitimación social. Son poco utilizadas para apoyar a las empresas, como una embajada comercial.
P. ¿La inscripción obligatoria no es poco democrática?
R. No, yo creo que no. No es inscripción obligatoria, es una especie de impuesto, bastante pequeño por cierto desde el ajuste de cuotas de 1996, que pagan las empresas para que una entidad defienda sus intereses. Si fuera voluntario sería una patronal. Al estar todas las empresas, la cámara es el lugar ideal, por ejemplo, para mediar entre sectores o entre empresas pequeñas y grandes.
P. Usted plantea que las cámaras participen en la gestión de grandes infraestructuras, como aeropuertos, puertos y ferias de muestras.
R. Sí, nadie lo defiende. Las cámaras, compuestas por todas las empresas que son los usuarios principales, son más democráticas y tiene más control público. La visión de las cámaras debe estar presente en las grandes infraestructuras, aunque no al 100%.
P. ¿Por qué se queda solo en esta defensa?
R. Porque en el larguísimo proceso de transferencias los partidos dicen "cuando llegue a la comunidad autónoma ya repartiremos". Y no se reparte nunca.
P. ¿Añora la política?
R. Yo siento pasión por la política. Llevo unos años en la retaguardia, lo que me ha permitido reflexionar y escribir libros.
P. ¿Cómo ve ahora Bilbao, 16 años después de su salida de la alcaldía?
R. Muy bien. Se está demostrando que mis confrontaciones por los agravios que sufría Bilbao no eran caprichos. La asignatura pendiente son las inversiones en los barrios.
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