La Generalitat negocia con 30 compañías para aumentar los vuelos intercontinentales
El Prat tiene desde ayer una línea con Estonia y el jueves inaugurará otra a Nueva York
En Barcelona hay demanda para vuelos intercontinentales, lo que no hay es ese tipo de vuelos. Para paliar el problema e impulsar la actividad aeroportuaria, un comité de rutas, animado por el Gobierno catalán, ha establecido negociaciones con 30 compañías aéreas con vistas a que organicen vuelos intercontinentales con origen y destino en El Prat. Entre los destinos posibles están desde los países latinoamericanos hasta la República de Suráfrica, además de varios emiratos del golfo Pérsico, Tailandia y los países más activos del Extremo Oriente.
El Gobierno catalán creó en enero del pasado año el Comité para el Desarrollo de Rutas Aéreas. Forman parte del mismo la Cámara de Comercio, el Ayuntamiento de Barcelona y AENA. El objetivo es lograr nuevas rutas desde el aeropuerto de El Prat. Una de ellas, entre Barcelona y Tallin, entró en funcionamiento ayer. Otra, a Nueva York (Estados Unidos), de la compañía Continental Airlines, lo hará pasado mañana, jueves. Y en las próximas semanas está previsto que empiecen a funcionar otras dos. Una a Singapur, con Singapur Airlines, y otra a Bogotá (Colombia), operada por Avianca. En el último año, el comité ha conseguido también vuelos a Buenos Aires, Shanghai, Hong Kong (mercancías) y Filadelfia.
Son los resultados de una actividad notable, emprendida a partir de la convicción de que dejar las cosas en manos de AENA era la peor de las soluciones posibles. De ahí que el Ejecutivo catalán, sin dejar a la empresa pública de lado pero asumiendo las riendas del proyecto, impulsara un comité que está trabajando para lograr vuelos a los países en los que las estadísticas señalan que hay demanda, aunque ahora los viajeros tengan que ir a esos destinos a través de Madrid, Francfort, Londres o Amsterdam.
Canadá y Cuba
Los lugares que el comité tiene en el punto de mira son diversos. En América del Norte, se trabaja para lograr el establecimiento de un vuelo directo a Montreal (Canadà), otro a Ciudad de México y dos más a Estados Unidos: Miami y Nueva York. De los países de América Central, las negociaciones se han llevado a cabo con compañías que podrían volar de modo directo a La Habana (Cuba) y Santo Domingo (República Dominicana). Finalmente, en América del Sur los objetivos son Venezuela, Brasil y Ecuador, una vez que está ya programada la línea con Bogotá.
En África, el objetivo es Johanesburgo (República de Suráfrica), mientras que el comité cree que hay posibilidades de éxito en tres líneas con el golfo Pérsico: una a Doha (Qatar), otra a Dubai (Emiratos Árabes Unidos) y una tercera a Bahrein. Y ya más lejos, el plan es lograr una línea directa a Bombay (India), otra a Bangkok (Tailandia) y otras tres a Extremo Oriente: Pekín (China), Seúl (Corea) y Tokio (Japón). No se prevé, al menos en esta primera fase, la conexión directa con la zona estadounidense del Pacífico ni con los países de la zona austral.
El primer vuelo directo entre Barcelona y Tallin (Estonia), de la compañía Estonian Air, inaugurado ayer, conectará ambas ciudades cuatro veces por semana, y la demanda estimada es de unos 18.000 pasajeros en cada sentido. Saldrá de El Prat los lunes, miércoles, viernes y domingos, tendrá una duración de cuatro horas y se hará con un Boeing 735-500 con capacidad para 118 pasajeros. La compañía operadora espera alcanzar a finales de año una ocupación superior al 70%. Se trata de una de las primeras conexiones entre un país báltico y otro de la Europa mediterránea y abre nuevas expectativas de crecimiento de líneas aéreas hacia Europa del Este desde el aeropuerto de Barcelona.
Detrás de la actividad del comité está el proyecto de potenciar la zona de El Prat como una "ciudad aeroportuaria", interconectada a través del tren de alta velocidad con los aeropuertos de Reus y Girona, cuyas instalaciones, explicó hace unos días en Madrid el secretario de Movilidad, Manel Nadal, deben ser potenciadas. Nadal cree que Girona puede alcanzar 8,8 millones de pasajeros en 2020, mientras que Reus podía llegar a 4,3 millones ese mismo año.
