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Crítica:JUEGOS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El fontanero Mario se va de fiesta por séptima vez

Mario Bross siempre es sinónimo de éxito, por eso Nintendo alarga las sagas dedicadas a este regordete fontanero. Mario Party llega así a su séptimo lanzamiento con 88 minijuegos y la posibilidad de que se diviertan con el título hasta ocho jugadores, además del micrófono para completar las misiones.

La excusa para empezar a jugar es la invitación del maestro Kinopio a Mario y toda su panda de amigos para que realicen un viaje en el crucero Sea Star. Pero el envidioso rey de los Koopa no ha sido invitado, por eso decide aguarles la fiesta.

El juego está dividido en seis tableros diferentes, cada uno de ellos representa un ambiente que hace referencia de alguna manera a distintas ciudades del mundo. Así pues, el Gran Canal es una Venecia de cómic y Ciudad de Neón una de esas urbes dedicadas al glamour, como lo es Hollywood. En cada uno de los seis tableros se ofrecen minijuegos, que son la verdadera esencia de Mario Party y por lo que miles de seguidores siguen adquiriendo una a una sus diferentes ediciones.

'Nibiru: El mensajero de los Dioses'

Género: Puzzle

Fabricante: Hudson Soft

Distribuye: Nintendo

Plataforma: GameCube

Precio: 59,95 euros

Mayores de tres años

Internet: www.nintendo.es

El aspecto gráfico no ha variado ostensiblemente respecto a las anteriores ediciones: Sigue su apariencia de dibujo animado con colores llamativos y con los característicos atributos de la saga. En cuanto al tratamiento gráfico de las localizaciones, luce la calidad habitual, son extensos y están bien decorados.

Se puede empezar por jugar al modo individual, ideal para hacerse con el sistema. Se escoge uno de los personajes y, al igual que en el tablero de cualquier juego de mesa, se deben superar las fases casilla a casilla, participando en los diferentes minijuegos hasta llegar al final. Completar este modo permite jugar en el tablero Infierno Mágico de Bowser, ideal para amigos, aunque si no se tienen también se puede jugar contra la máquina. Cuando se compite con cuatro equipos de dos jugadores, la propuesta es pasarse el mando entre los componentes.

Una vez más se ha recurrido al micrófono para ganar en diversión, igual que se utilizó en la sexta parte. El aparato sirve para dar órdenes a los personajes o bien para actuar, inflando un globo o contestando a preguntas.

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