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Un depósito funerario en una trampa de osos

Los restos fosilizados de los esqueletos de una treintena de individuos humanos forman el yacimiento de la sima de los Huesos, en el conjunto de Atapuerca (Burgos). Es un depósito "absolutamente único en el mundo", según el geocronólogo Jim Bischoff, autor de las dataciones realizadas desde que aparecieron los primeros cráneos humanos en 1992. Éste recordaba en el último número del Diario de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca (dirección en Internet: www.atapuerca.com) que la colección de la sima supone más del 80% de todo el registro mundial de fósiles humanos del Pleistoceno medio y permite estudiar la variación en una población que sería de la especie Homo heidelbergensis, anterior a los neandertales.

Los más de 4.000 fósiles humanos están mezclados con otros miles de restos de osos, correspondientes a unos 160 individuos de una especie antepasada del gigantesco oso de las cavernas, en el fondo de lo que era claramente una trampa en aquel tiempo, según la conclusión del equipo dirigido por Juan Luis Arsuaga.

En 1998 a los fósiles humanos, de oso y de otros animales se unió un hallazgo excepcional también: un instrumento tallado, un hacha tallada de cuarcita roja bautizada como Excalibur. Cuando esta hacha se presentó en una exposición sobre Atapuerca en Nueva York en 2003, Arsuaga escribió que lo que parece ser una acumulación deliberada de cuerpos en la sima de los Huesos correspondía a un comportamiento simbólico, el primero conocido en la historia de la humanidad, y que el hacha representa "un objeto simbólico con significado propio", parte de un ajuar funerario.

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